“Hagámonos la guerrilla interior para parir un hombre nuevo”
Roberto Matta
Nacido el 11 del 11 de 1911 y fallecido el 23 del 11 del 2002, se le conoce como el premio nacional de arte, se le conoce por sus pintura abstractas, se le conoce como el poeta, se le conoce como el arquitecto, y se le conoce principalmente como el pintor surrealista y de expresionismo abstracto -cuyo renombre alcanza la cobertura internacional-, pero nada se conoce de su vida personal. Nadie habla de la persona detrás del artista, ese personaje comprometido con la causa social chilena y mundial, que impregnó de profundidad social y metafísica gran parte de su obra.
El tarot curiosamente me llevó a palpar una obra directa suya, y a conocerlo mejor como persona a través de una familiar (de Matta), que me contó de ese otro Roberto Matta; discriminado por su propia familia y exiliado de Chile durante el régimen militar, por sus pensamientos políticos.
Un talentoso joven Matta, cuya rebeldía y fuego interior lo llevaron a buscar su propio camino, no fue visto con buenos ojos por su familia -personas de alta estofa social y económica en Chile-. Sus ideas políticas, sus continuos viajes en su búsqueda artística y espiritual lo fueron distanciando de su familia, llegando a ser un incomprendido, y un lejano bohemio del cual se escuchaban curiosas historias. Sí, porque Matta era la oveja negra de su familia, la cual no aprobó su elección profesional. Hablamos de una época en que ser pintor en la alta sociedad chilena no solo equivalía a ser un bohemio de ideas peligrosas y liberales, era elegir el camino sin rumbo, era privarse de un buen pasar de vida y elegir desintegrarse de la vida familiar conservadora.
Estigmatizado Matta, con la mirada alta siguió sus propias convicciones, lejos de su familia, con fe en su talento, emprendiendo su camino por el mundo de los intelectuales y del arte, siguió su búsqueda en la influencia estética de los principales círculos de arte en Europa, y en la inspiración del acontecer político internacional.
La discriminación no cesó, y sin considerar el chaqueteo y la envidia propia del chileno, del cual son victimas quienes destacan en lo que hacen, su alejamiento definitivo de Chile se dio con el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Cabe destacar que durante el régimen militar se cometieron enormes atrocidades no solo contra los derechos humanos, sino también contra el arte y los artistas con pensamiento político de disidencia.
En 1974 su pasaporte chileno anulado, se quitó su nombre de la «sala Matta» del Museo Nacional de Bellas Artes y el mural «El primer gol del pueblo chileno», que pintó en 1971 -con la colaboración de la Brigada Ramona Parra-, fue dañado y cubierto por varias capas de pintura por orden del régimen militar. Este daño es invaluable para el legado cultural nacional y universal, sobre todo cuando hablamos de un artista como Roberto Matta, de renombre internacional.
Ciertamente Roberto Matta no vivía en Chile, pero iba y venía, ya que estaba profundamente vinculado a la causa política liderada por Salvador Allende. Solo al final de la dictadura en 1990, recién pudo regresar y recibir el merecido homenaje con el Premio Nacional de Arte. Muchos premios y reconocimientos más llegarían.
SU OBRA BASADA EN EL ENTORNO SOCIAL
Las pinturas de Matta pobladas de seres extraños y monstruosos tienen un tono metafísico, pero también expresan su conciencia social, y su crítica a la tecnología y a la política. Su sentido profundo de la declamación, es llevada hasta la ironía máxima. En sus obras denuncia las injusticias sociales, la tortura, y la guerra de Vietnam entre otras.
Su obra es profunda, altamente creativa, dinámica y viva. Emplea la luz y los contrastes de colores con una pluma privilegiada, que junto a líneas gruesas en el lienzo, van caracterizando su original estilo. Ha recibido la influencia de Salvador Dalí, René Magritte, Pablo Picasso, Marcel Duchamp, entre otros, y a su vez, ha influenciado notablemente el expresionismo abstracto.
QUÉ SIGNIFICA LA HISTORIA DE ROBERTO MATTA
Esta historia de Roberto Matta, observando más de cerca al hombre que al artista, pone de manifiesto que el alma verdaderamente grande se eleva por sobre los obstáculos que surgen a su paso y utiliza estos mismos obstáculos como peldaños que lo eleven a su camino. De la vida de estas personas hay muchas lecciones que aprender y son fuente de verdadera inspiración.
Muchos pintores probablemente se han enfrentado a una labor tan formidable como la de perseverar en seguir su vocación y en trabajar en lo que aman pese a los obstáculos, pero pocos se han atrevido a desafiar no solo a la propia familia, a círculos sociales completos y a renunciar a la propia patria en pro de sus ideales.
Si Roberto Matta no hubiese estado preparado por su experiencia de vida bajo toda clase de aflictivas adversidades, hubiese abandonado la pintura y reprimido sus ideas políticas, pero a él le tocó elegir como a todos nosotros, y en su caso, su amor a la pintura bajo su conciencia social, desarrolló en él una lucha interna, una suprema confianza en su capacidad para llevar hasta la perfección todo cuanto concibiera.
En algún momento de la vida todo aquello que puede parecer un gran mal, más adelante puede transformarse en un gran bien. Todo depende de quien no se deja aplastar por la rueda de su experiencia de vida, contrario sensu, aprende a girar sobre ella y a determinar reaccionar bien, para salir airoso mental y emocionalmente.
@ Michelle Valencia Gómez
27-01-2012
Pintura: “La vida-Allende la-muerte-1973” por Roberto Matta (Museo Allende)
Publicado en cristaldebaco.blogspot.com
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