Mariano Puga define, a mi modo de ver, la personalidad del Presidente electo, Sebastián Piñera: “es un tontón y su historia carece de ética”. Este personaje se sabe que es más pesado que un chupete de fierro, sin embargo, trata de mostrarse simpático e, incluso, divertido, pero sus chistas carecen de imaginación, Chispa y naturalidad; las únicas a quienes se les vio reír ayer, durante el acto de nombramiento de su gabinete, fueron su primo, Andrés Chadwick y la negra, Cecilia Pérez – “amiga de Yerco puchento” -.
La situación más embarazosa se da cuando Piñera ostenta cultura histórica, sin percatarse de que es un ignorante de marca mayor. En el Salón del Congreso Pleno, donde se realizaba dicho acto confundió, por ejemplo, a Diego de Almagro con Pedro de Valdivia.
A diferencia del gabinete de su primer gobierno, esta vez no entregó a los ministros un pendrive con sus instrucciones, pero como sigue siendo ridículo, los conminó a lucir una bandera nacional en la solapa y les entregó carpeta, perecida más a una agenda de viajes que a un instrumento útil para colaborar en el próximo gobierno, como tampoco los elegidos fueron sus amigotes y empresarios, pues hubo cuoteo político de los dos grandes partidos de Chile Vamos: cinco de RN, entre ellos los dos Monckeberg, quienes además de congresistas, son miembros de la directiva de ese Partido; cuatro de la UDI, el viejo “coronel”, Hernán Larraín; uno de Evópoli, Gonzalo Blumel; el resto de los designados son independientes. Hay que destacar que lo del gabinete paritario se fue a las pailas hace mucho tiempo, pues hoy, con el gabinete de Piñera, las mujeres constituyen sólo el 30%.
Los nombramientos que han llamado la atención de los especialistas, comentaristas y opinólogos es el del “escribano” Roberto Ampuero, un ex comunista, quien gozó de todos los privilegios en la RDA y, posteriormente, en ó de todos los privilegios en la RDA y, posteriormente, en la Cuba de Fidel Castro, para luego, y asqueado con totalitarismo, se pasó a la ultraderecha, lo que no es nuevo en la historia, pues muchos ex comunistas terminan militando en la derecha, o a la ultraderecha, lo que no es nuevo en la historia, pues muchos ex comunistas terminan militando en la derecha, además renegando de lo que antes creyeron. (Recuerdo el caso de Eudocio Ravines quien, de agente de la III Internacional, pasó a ser funcionario de la C.I.A.; la mayoría de los habitantes de barrios marginados de París votan por los fascistas, al igual que antes lo hacían con los comunistas).
Si los Cancilleres chilenos tuvieran libertad de acción, Chile limitaría al norte con Copiapó y al sur, con Linares. El Ministerio de Relaciones Exteriores está compuesto de siúticos, agregados militares y, los más “importantes”, los comerciales, mercaderes que venden hasta a su madre.
Otro nombramiento que llamó la atención es el de Gerardo Varela, en la Cartera de Educación: sólo lo conocen los lectores por sus columnas y cartas al lector, donde no desaprovecha oportunidad para defender el “lema” de la “educación es un bien de consumo”. Los idiotas que votaron por Piñera, que son muchos por desgracia, ya les caerá la teja, pues Piñera no piensa cumplir su programa, y captarán no era más que un “cazabobos” para juntar votos.
Alfredo Moreno, el representante de los empresarios, en la Confederación de la Producción y el Comercio, se encargará del ministerio de Desarrollo Social, cuya tarea principal es atacar la pobreza, a través de programas focalizados, como bonos, apoyos y calificación de pensiones básicas, por medio de la ficha familiar. La única relación que ha tenido el empresario Moreno con los pobres fue en la Fundación Teletón, donde era su gerente, antes de Carlos Alberto Délano y, además, lo reemplazó en el directorio de Penta. Moreno fue designado en ese ministerio para preparar su candidatura presidencial, como líder de la derecha.
La izquierda, por su parte, está cada día más desunida, y la Nueva mayoría es sólo un osario, no sería raro que la derecha se aprovechara para instalarse por ocho años en el poder, pues el país de Tontilandia merece esto y mucho más.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)