Si un asteroide golpea la Tierra, hay al menos 7 formas directas en que podría matarte. Si tienes la suerte de esquivar la roca en sí, otros efectos de un ataque incluyen ráfagas tan fuertes que podrían arrancar las extremidades de tu cuerpo, ráfagas de fuego a la par con detonaciones nucleares y tsunamis que podrían ahogar ciudades enteras.
Si evades estos horrores, te queda todavía lidiar cara a cara con una poderosa onda de choque, esquivando los fragmentos calientes de roca eyectada y sobrevivir a los terremotos provocados por el golpe. Los ataques de asteroides pueden incluso exterminar especies enteras: se cree que los dinosaurios se extinguieron por el efecto de un asteroide. Es un buen trabajo, entonces, que la NASA se tome en serio la defensa planetaria, incluso si las posibilidades de una colisión de asteroides peligrosos hoy son muy escasas. Todos los días, nuestro planeta es azotado por asteroides, y todos los días, se queman en estrellas fugaces cuando entran a la atmósfera de la Tierra, pero ¿qué sucede cuando ingresa un asteroide demasiado grande?
Si incluso un pequeño asteroide llegara a la tierra los efectos podrían ser catastróficos. Hace apenas cinco años, en 2013, un meteorito de 20 metros atravesó nuestra atmósfera y explotó 20 millas sobre Chelyabinsk, en el sudoeste de Rusia. El meteoro, que los científicos no habían podido detectar de antemano, se quemó más brillante que el Sol, con testigos oculares que informaron el intenso calor de la bola de fuego que caía. Explotó con hasta 33 veces más poder que la bomba atómica detonada en Hiroshima, rompiendo ventanas y doblando edificios a kilómetros de distancia y dejando 1,500 heridos.
Muchas de las mentes más brillantes del planeta, a través de diferentes agencias espaciales, están tratando de encontrar formas en que podamos proteger nuestro planeta -y nuestra especie- de ataques como estos. Estos Space Invaders de la vida real están en el proceso de crear increíbles dispositivos sacados de películas de ciencia ficción, a los que podemos recurrir como última línea de defensa si se detecta un asteroide peligroso.
Una de nuestras mejores esperanzas viene en la forma del cohete DART (Prueba de Redirección de Asteroides Dobles), una nave no tripulada que se encuentra actualmente en desarrollo. La nave kamikaze, se probará en un asteroide llamado Didymos, que pasará cerca de la tierra en 2022 pero no la amenazará. Está diseñado para impactar contra la roca espacial a toda velocidad, con la intención de cambiar su curso.
Si este cambio puede hacerse mucho antes de que el asteroide llegue a la Tierra, la pequeña diferencia podría alterar el rumbo de la roca miles de millas antes de que llegue a nosotros, convirtiendo una determinada colisión en una casi imperceptible falla.
Otra arma potencial contra los asteroides se presenta en forma de un kit de alta tecnología llamado tractor de gravedad, una embarcación que podría construirse en respuesta a futuras amenazas.
Los clips conceptuales de la NASA muestran cómo estas defensas podrían funcionar teóricamente, al levantar una roca de un asteroide y usar su masa para empujar a una roca más amenazante fuera de curso. Y otra sugerencia más extravagante ha sido sugerida por el geofísico estadounidense H. Jay Melosh, quien quiere que construyamos una lupa gigante en el espacio que podría derretir un asteroide entrante al canalizar energía solar hacia él.
¿Funcionará alguna de estas súper armas?
Fuente: The Sun