La energía solar no es solo una fuente de energía limpia y renovable. También es una fuente de empleo.
Según el sondeo nacional más reciente de The Solar Foundation, la industria crea más empleos que cualquier otro sector en Estados Unidos y suma puestos 17 veces más rápido que la economía general.
En 2010 solo hubo 93.000 empleos en energía solar, pero el sector ha experimentado un fuerte aumento y, seis años más tarde, 260.077 personas han obtenido empleos en este campo.
Esto significa que en 2016 uno de cada 50 empleos nuevos estaba en la industria solar, y los analistas esperan que la tendencia continúe.
Aunque las cifras presentadas en el censo fueron originalmente criticadas por subestimar el número de trabajadores que operan en la industria solar, The Hill informa que «[este] es ampliamente reconocido como el análisis más acreditado y completo de la fuerza de trabajo solar en EEUU».
Este crecimiento en la industria solar está sucediendo al mismo tiempo que la de combustibles fósiles sigue menguando. Por ejemplo, el Reino Unido solía producir un porcentaje sustancial de su energía a partir del carbón, pero ahora produce el doble de electricidad que el carbón, a partir de fuentes renovables.
En Estados Unidos, por el contrario, el presidente Trump ha declarado que no solo hay un futuro en la industria del carbón, sino que esta puede impulsar la creación de puestos de trabajo.
Trump recientemente aprobó un arancel del 30% sobre las células solares importadas, como parte de sus planes para obstaculizar el sector de las energías renovables y crear espacio para los combustibles fósiles.
Aunque se espera que la nueva medida paralice el sector solar, los expertos piensan que no habrá un regreso de los trabajos del carbón.
Este último censo, junto con la explosiva innovación que actualmente impulsa la industria, refuerza el argumento para invertir en energía solar en EEUU, pero no se puede negar que las nuevas tarifas impuestas por Trump van a oscurecer en algún nivel esta tendencia positiva en los próximos años.
El Ciudadano, vía Science Alert