Después de siete años de guerra devastadora, Siria busca volver a la normalidad y recuperar su antigua reputación de destino turístico.
Con este objetivo, el país árabe participó la semana pasada en la Feria Internacional de Turismo en Madrid (Fitur), después de seis años de ausencia.
«Estamos de vuelta», indicaba uno de los folletos de su ‘stand’, según El País.
«Este año es el momento de reconstruir Siria y nuestra economía», afirmó a AFP Bassam Barsik, director de marketing del Ministerio de Turismo sirio. Según Barsik, 1,3 millones de visitantes internacionales viajaron a Siria el año pasado, aunque esa cifra incluye a los que vinieron del vecino Líbano solo por un día.
En 2018 las autoridades esperan aumentar el número de visitantes a dos millones, expresó.
Antes de que estallara el conflicto en 2011, Siria albergaba una gran variedad de monumentos turísticos, desde la ciudadela de Alepo hasta las ruinas romanas de Palmira, y el sector de viajes era una parte importante de su economía.
Muchos de esos sitios, sin embargo, han quedado gravemente dañados o destruidos por la prolongada guerra en el país árabe.