La Tercera reveló hoy la declaración prestada ante la Fiscalía por el ingeniero agrónomo Alex Smith Leay, quien supuestamente participó en la creación del software «Antorcha» involucrado en la obtención remota de conversaciones de WhatsApp de los mapuche inculpados en la Operación Huracán, datos que, según acusa el órgano de persecución penal, formarían parte de un montaje.
El académico reveló que su trabajo en el área de inteligencia comenzó cuando enseñaba el uso del programa AutoCAD al Laboratorio de Criminalística institucional (Labocar), donde fue contactado por el capitán Leonardo Osses para colaborar en la investigación del atentado bomba al presidente de Codelco, Óscar Landerretche.
Señaló que en marzo de 2017, Osses volvió a pedirle ayuda en la identificación de personas vinculadas a la publicación de comunicados emitidos en relación al ataque a la empresa Transporte Cavalieri, capturando «metadatos asociados a las imágenes, existencia de algún teléfono asociado, correo electrónico y en general cualquier cosa que pudiera servir como pista».
«Para ello, entraba a la página web correspondiente luego accedo al código fuente y así determino las rutas de acceso y otros datos que son relevantes… La verdad, no tengo formación de inteligencia, no tengo muy claro qué es lo que implica», dijo Smith, señalando que ignoraba por qué el trabajo «no lo podían hacer otros funcionarios de Carabineros».
En octubre de 2017, el presunto informático habría firmado su primer contrato y participado en «el seguimiento de blancos investigativos a través de redes sociales. Lo anterior consistía en obtener datos de fuentes abiertas de diferentes personas, no sólo de la región de la Araucanía, pues trabajábamos para las fiscalías de Iquique hasta Los Ríos.»
«Siempre trabajé bajo la dirección del Capitán Leonardo Osses, él era quien me indicaba qué blancos investigativos íbamos a seguir. Mi trabajo se concretaba a través de presentaciones Power Point y excepcionalmente documentos Word. Mis reportes siempre iban dirigidos al Capitán Osses. Los reportes se entregaban a través de diferentes vías dependiendo de la urgencia, podía ser WhatsApp o correo electrónico», agregó.
Según Smith, él también comenzó a desarrollar aplicaciones para Carabineros, en particular una herramienta que «permitía monitorear redes sociales, que consistía en crear un espejo del teléfono, pues desencriptar WhatsApp era imposible».
«Debo precisar que la aplicación era desarrollada sólo por mí, y que los funcionarios de Carabineros simplemente me indicaban qué era lo que necesitaban. La aplicación desarrollada entregaba reportes que eran descargados directamente por Carabineros. La aplicación se abría en el computador y la primera acción consistía en escoger entre Android o OIS, luego debían ingresarse algunas variables tales como correo electrónico, imei, número de teléfono, simcard. Lo indispensable era tener el correo electrónico sincronizado con teléfono. Para obtener este dato correspondía a la labor de investigación de Carabineros», aseguró.
El presunto sistema consistía en contaminar el teléfono con un malware enviado por correo electrónico, algo que no estaría contemplado en las autorizaciones de inteligencia tramitadas por la policía uniformada ante la Corte de Apelaciones respectiva.
«Los correos electrónicos enviados eran promociones y bastaba con estos llegaran al correo a la bandeja de entrada para infectar el aparato. Los correos estaban diseñados para pasar la barrera del spam», señaló Smith.
«No era necesario que el usuario abriera el correo que se le había enviado. Sólo bastaba con que ingresara a la bandeja y luego el usuario utilizara aplicaciones tales como WhatsApp y Telegram. Esta información se podía observar en otro aparato», afirmó. Sin embargo, en la primera versión habrían existido limitaciones, ya que el programa solo podía utilizarse en 10 teléfonos a la vez, precisó.
«La información que se captaba se almacenaba en el servidor UIOE (Unidad de Inteligencia Operativa Especializada, comandada en ese momento por el hoy general Marcelo Teuber), en formato HTML. Yo no operaba la aplicación. Yo la diseñé y la entregué conforme a lo que me solicitaron y eso fue mejorando con el tiempo», siguió relatando.
Aclarando que nunca habría tomado contacto con los celulares de los comuneros, el civil apodado «el Profesor» agregó que un cabo de apellido Olave «copiaba la información desde el servidor a un documento Word. El servidor se denominó airs.cl y su clave era 478712000. El dominio se compró en Nic Chile, ignoro el nombre de a quién se le compró».
Además, Smith recalcó sobre la aplicación que: «Yo me aboque a desarrollarla en mis ratos libres, sin cobrar nada, tardando cerca de un mes en crear un primer prototipo operativo. Quiero hacer presente que realicé esta labor pues es mi pasión es la programación y mi intención es marcar un sello”.
Finalmente, respondiendo sobre la acusación del Ministerio Público sobre manipulación de pruebas, dijo que supo de ella estando en Santiago. «El capitán Osses me pidió entonces que analice los peritajes que la Fiscalía tiene en su poder. Actualmente, no estoy en condiciones de afirmar cuáles son los errores. Sin embargo, por lo que he revisado hasta el momento me he dado cuenta que tanto en los peritajes de la Fiscalía como de Carabineros existen errores pero no puedo dar detalles por el momento», indicó.
«No he creado otras aplicaciones para Carabineros. Yo no puedo patentar estas aplicaciones porque podrían ser mal utilizadas. Yo no busco dinero. Yo tengo el reconocimiento de Carabineros y con eso a mí me basta. No va con mis valores ni mi forma de ver la vida», explicó.
Matías Rojas – [email protected]