Es trágico y peligroso, muy peligroso lo ocurrido, o para mas precisión, lo que no ocurrió. Al respecto el relato que a continuación sigue es del todo fiel a los acontecimientos tal y como sucedieron. La prensa internacional convocada en Santo Domingo así lo relata.
Hasta el día 4 de febrero se habían acordado seis de los siete puntos previamente consensuados como elementos bases del diálogo. Los puntos ya acordados se plasman en acta de pre-acuerdo, firmada por las partes y entregada al Presidente Danilo Medina. Quedaba pendiente solo acordar la fecha para la elección presidencial.
El Presidente Medina y el expresidente Rodríguez Zapatero solicitan a ambas delegaciones cerrar las negociaciones para la fecha electoral en Caracas, de manera tal que el día 6 de febrero pudiera, en acto único, firmarse el acuerdo en Santo Domingo.
El día 5 de febrero a altas horas de la noche, en presencia del expresidente Rodríguez Zapatero, Gobierno y oposición cerraron las negociaciones aceptando la fecha del 22 de abril para elección presidencial, fecha propuesta por la oposición y aceptada sin contrapropuesta por parte del Gobierno.
Zapatero va al Palacio de Miraflores a informar entusiastamente al Presidente Nicolás Maduro, a la vez que informaba al Presidente de RD Danilo Medina.
El Presidente Medina instruye al Canciller Miguel Vargas para que se habilite un acto formal para la firma del documento el día 6 de febrero y se convoca efectivamente para la firma, no para otro asunto, puesto que la derecha venezolana había dado por culminado el proceso al proponer y aceptársele la fecha del 22 de abril.
El día 6 de febrero se hacen presente las delegaciones, inesperadamente, tal como lo afirma vehementemente R. Zapatero en su comunicado, Julio Borges exige abrir nuevos temas. Hubo reclamos por parte del Presidente Medina al respecto. Las horas transcurrían bajo la negativa de Borges de firmar sino se cumplían nuevas condiciones. Por supuesto el desconcierto, la decepción, y hasta el enfado de R. Zapatero, del Presidente Medina y Canciller Vargas era evidente. No así para la delegación del Gobierno dado el historial de desplantes, soberbia, carencia de ética y seriedad por parte de la derecha en otros intentos de acuerdos desde el año 2002 a raíz del golpe de estado.
Recordemos que ese día el Secretario de Estado y magnate petrolero Rex Tillerson estaba en Colombia dictando pautas al gobierno neogranadino. Borges recibe una llamada telefónica desde Bogotá, la atiende y se retira al hotel aproximadamente a las 16.30 Luego regresa al local de reuniones aproximadamente a las 19.00 horas y, bajo evidente y deplorable estado de embriaguez anuncia que la derecha no firmará el acuerdo porque “el acuerdo no es digno del pueblo venezolano”.
Es necesario tener en cuenta que si hubo acuerdo asentados y firmados por ambas partes en el acta en posesión del Presidente Medina. Lo que no hubo fue firma protocolar del acuerdo por la irresponsabilidad de Julio Borges y sus acompañantes. Analistas opinan que México y Chile desisten de participar como acompañantes por exigencias del gobierno norteamericano y por cuanto ya conocían la decisión de impedirle a la derecha firmar el acuerdo final.
Como bien lo dijera el pasado 11 de febrero en TV Jorge Rodríguez, primer vocero de la delegación del Gobierno, “…inaudita e indecente conducta cobarde y antiética de Julio Borges…” Aun cuando tales revelaciones son aplicables también al resto de la delegación que con su silencio avalan este artero atropello a la verdad, a la democracia y al derecho de los venezolanos a darse su propio derrotero fuera de los dictados de potencias extranjeras.
El Presidente Maduro ha afirmado que el Gobierno toma como un compromiso ético con el pueblo el cabal cumplimiento de los acuerdos. De hecho, ya ha presentado su candidatura para el proceso electoral el dia 22 de abril, en cumplimiento de fecha propuesta por la derecha. Hasta hoy 12 de febrero, la derecha no ha dado la cara al país.
Si se ha hecho evidente que entre Leopoldo López y Henrique Capriles se ha armado una entente para cerrar el paso a Henry Ramos Allup, quien aleccionado por las cuatro gobernaciones ganadas en octubre de 2017, ha presentado su candidatura a la que se opone la extrema derecha que adopta nuevamente el sabotaje como fórmula de ataque que beneficie a los EEUU y demás factores exógenos en su miserable propósito de crear condiciones para la intervención militar anunciada por los halcones de Washington.
Por: Enrique Miranda