A un año del anuncio de Donald Trump sobre que Estados Unidos renunciaría al Acuerdo de París, el Mandatario estadounidense reconsideró la idea, siempre y cuando se renegociaran los términos y las metas. Pero, Europa le pone más presión pues de no firmar el convenio climático, podría quedar excluido de tratados comerciales, según informa Servindi.
La Unión Europea en los últimos días, envió una advertencia a la Casa Blanca señalando que su renuncia al compromiso ambiental podría dificultar los negocios comerciales. Específicamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Baptiste Lemoyne, expresó que no hace falta solo firmar el Acuerdo de París, sino también, ratificar sus objetivos implementando políticas públicas en aras de alcanzar las metas de reducción de emisiones y el calentamiento global.
El ministro galo expresó que “si no hay Acuerdo de París, no hay acuerdo comercial. Los Estados Unidos saben qué esperar” y agregó que una de las principales demandas francesa se relaciona con que cualquier país que firme un acuerdo comercial con la Unión Europea implemente el Acuerdo de París.
Esta aclaración en las reglas diplomáticas y comerciales nace en momentos en que el Secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, manifestó su interés en la firma de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) con la Unión Europea.
La decisión de renunciar al Acuerdo de París no sería tan importante como hubiera significado años atrás debido al peso diplomático de Estados Unidos. Hoy la influencia y credibilidad de los Estados Unidos han perdido peso. Así opina el director de política climática de la organización ecologista Sierra Club, John Coequyt, quien dijo que “los líderes empresariales y los expertos diplomáticos advirtieron a la administración Trump que socavar el Acuerdo de París resultaría en una pérdida de credibilidad e influencia”.