Cerca de 700 restaurantes de la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken, más conocida por sus iniciales KFC, permanecen varios días con las puertas cerradas en el Reino Unido a causa de un desabastecimiento de pollo, su ingrediente más importante, informa The Sun.
El problema con la entrega de pollo fresco se produjo a raíz de serias dificultades logísticas sufridas por el flamante socio transportista de KFC, la compañía alemana DHL.
«Hemos traído a un nuevo socio a bordo, pero ellos tuvieron un par de inconvenientes iniciales», reza el comunicado en el sitio oficial de KFC y continúa: «¡Entregar pollo fresco a 900 restaurantes a lo largo y a lo ancho del país es una tarea compleja!».
«El pollo cruzó la carretera, pero no hacia nuestros resaurantes…», bromeó la casa de comida rápida para minimizar el problema, prometiendo normalizar su servicio a la brevedad.
Los primeros locales comenzaron a cerrar el viernes. Durante el fin de semana, la falta de ingredientes frescos alcanzó un nivel más crítico y para el lunes, la gran mayoría de los establecimientos del país había interrumpido sus servicios o bien ofrecía menús limitados con horarios de atención reducidos.
Se estima que la cadena estadounidense está sufriendo unas pérdidas cercanas a los 1.400.000 dólares diarios a causa de esta situación, destaca RT en español.