La única empresa que tiene autorización legal para procesar baterías de vehículos y estacionarias y extraer el plomo es RAM-Recimat, ubicada en Calama, región de Antofagasta. Y ahora, tras una modificación al reglamento que regula el movimiento transfronterizo de residuos tóxicos, no se podrán exportar desde Chile, por lo que esta ciudad minera, se transformaría en un basurero químico.
Hace 15 años que RAM-Recimat funciona en Calama, en el sector Puerto Seco, y su rubro es de reciclaje, almacenamiento y tratamiento adecuado de residuos peligrosos industriales, tales como borras plomadas, chatarra de plomo, baterías de plomo-ácido fuera de uso y drosses.
Además de que Calama ha sido declarada como zona saturada, según informó El Mostrador, los vecinos han manifestado su disconformidad con esta empresa y por eso se han movilizado. Por ejemplo, el año 2017 la empresa presentó el proyecto “complemento módulo RAM”, con el que pretende instalar un segundo horno de fundición.
Sin embargo, a través de una Declaración de Impacto Ambiental y no a través de un Estudio de Impacto Ambiental que tiene más espacios para la participación ciudadana. Pero también, según informó El Mostrador, en el acta número 953 de la Seremi de Salud de Antofagasta del 7 de enero de 2016, se decretó después de una fiscalización realizada a RAM-Recimat, que existía riesgo potencial a la salud de las personas que habitan en los sectores aledaños a la empresa.
Otro aspecto importante que menciona El Mostrador es que el negocio de las baterías es importante, sobre todo porque el competidor más cercano está en Perú, por eso esta modificación al reglamento los dejaría fuera de toda competencia.
Lo que más sospechas genera toda esta situación es el vínculo que existe entre la consultora ambiental Gescam, asesora durante años de RAM-Recimat, pues pertenece a Hernán Durán de la Fuente, cuñado del ex Presidente Ricardo Lagos, y que comparte responsabilidades con su hija, Valentina Durán.
Según indagó El Mostrador, en la Plataforma del Lobby, en octubre de 2016 el ex ministro de Medioambiente, Pablo Badenier, se reunió con Arturo Fermandois, Antonio Carrecedo y dos personas más que iban en nombre de RAM-Recimat. El acta señala que “los representantes de la empresa RAM solicitaron a la autoridad que en el marco de la nueva normativa de movimiento transfronterizo de residuos, se privilegie la valorización en Chile”.
Así fue entonces, al parecer cómo se modificó el reglamento y que se está a la espera de la decisión de Contraloría.
El ministro de Medioambiente explicó que como Chile ha ratificado el Convenio de Basilea, se debe limitar la exportación de residuos peligrosos a países que no sean parte de la OCDE, así también, nuestro país se debe hacer cargo de sus propios residuos.
Incluso, sacó a colación que así como en los 90 Arica recibió desechos, y a Chile no le gustó, entonces ahora debemos ser “buenos ciudadanos ambientales”.
Sergio Chamorro, asesor jurídico de la “Federación Nacional de Pobladores Calama sin Plomo”, dice que al ser la única empresa con resolución de calificación ambiental, concentraría todas las baterías en desuso del país en una sola comuna. “La empresa está a metros de la Teletón, de la Comunidad Indígena Yalquincha, de nuestro río Loa, y del tranque de relaves de Talabre, que viene botando desechos tóxicos de la minería desde 1954 hasta la fecha”, comenta Chamorro.
El Mostrador / El Ciudadano