Antonio Russo, su hermano Raffaele y Vincenzo Cimmino son italianos que se encuentran desaparecidos desde el 31 de enero en el municipio de Tecalitlán, al oeste de México. No se tienen noticias del trío itálico, según confirmaron los propios familiares de las víctimas, desde que los hermanos Russo y Cimmino fueran arrestados por la policía mexicana, más específicamente la de Tecalitlán, en una gasolinera.
Esta versión fue confirmada por el fiscal del caso. Como consigna Radio Bío Bío, «el fiscal confirmó que la detención ocurrió en ese sitio, que los policías actuaron por órdenes de criminales y que no hicieron reporte alguno de la captura de los italianos». Además, se agrega que «se sigue la búsqueda del jefe de la policía de Tecatitlán, Hugo Martínez, cuyo paradero se desconoce desde que se abrió la investigación».
Es por esto que Francesco Russo, hijo de uno de los tres ciudadanos desaparecidos, quiso expresar el calvario que están viviendo como familia y realizar una grave acusación contra los policías involucrados. «Los policías mexicanos vendieron a mis familiares por 43 euros de m…, es terrible. Esos sí son criminales, no mi hermano, ni mi padre ni mi primo», declaró.
Estos italianos, en palabras de los familiares, se encontraban en México como turistas, pero las autoridades determinaron que se dedican a vender plantas de luz, de soldadura y herramientas. Según las investigaciones, presentaban las piezas como de una marca alemana cuando al parecer eran alteradas y fabricadas en China.
Cuatro policías y una mujer fueron detenidos en México acusados de la desaparición en el Estado de Jalisco de los tres italianos, a quienes detuvieron y entregaron a criminales, según anunció la víspera la fiscalía mexicana.
Los policías confesaron que los “vendieron” a la delincuencia organizada de Tecalitlán, y se desconoce a qué grupo criminal.
“Que Italia se mueva, que nos digan en dónde están. Nosotros esperamos que estén vivos”, pidió por su parte Gino Bergamé, vocero de la familia.
El Ciudadano