Los principales partidos independentistas Juntos por Cataluña (JxCat) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) acordaron que el candidato a la investidura como presidente de la Generalidad sería el diputado encarcelado, Jordi Sánchez.
Sánchez, expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), deberá pedir permiso al juez del Supremo, Pablo Llanera, para asistir a la investidura, sin embargo, medios locales avanzan que el Supremo no le permitirá al diputado abandonar la prisión para personarse como candidato en el Parlamento catalán.
Si el magistrado le niega la salida a Sánchez, JxCat piensa en Jordi Turull para ocupar el puesto mientras que Carles Puigdemont quedaría con un rol simbólico de «presidenta legítimo» pero sin atribuciones ejecutivas sobre el papel y al frente de un Consejo de la República en Waterloo, Bélgica.
El diputado Sánchez se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real desde el 16 de octubre de 2017 tras declarar en el Tribunal Supremo un presunto delito de sedición, informa Telesur.
También se le acusa de delito de sedición en relación a las protestas del 20 y 21 de septiembre frente a la Consejería de Economía mientras la Guardia Civil realizaba una investigación en su interior relacionada con la organización del referendo de independencia del primero de octubre de 2017.
Una de las opciones que maneja el bloque soberanista en las negociaciones para formar Gobierno en Cataluña consistiría en la creación de un Consejo de la República, presidido por Puigdemont y con sede en Bruselas, que funcionaría como Ejecutivo mientras el Gobierno de Barcelona asumiría funciones de gestión.