Cuando la pensión no alcanza: Jubilados recurren a cajas de compensación para financiar su salud

¿Qué usos dan las personas a los créditos que obtienen a través de las cajas de compensación? Esta es una de las preguntas que respondió la Encuesta de Crédito Social 2017, realizada por la Caja 18.

Uno de los primeros hallazgos de la medición se relaciona con la diferencia entre las motivaciones para solicitar un crédito, entre trabajadores activos y pensionados, puesto que dentro de estos últimos, un 36% lo pide un para gastos relacionados con la salud, un 28% lo destina a mejoras del hogar y un 11% a pagar deudas.

De acuerdo a Osvaldo Iturriaga, gerente de Beneficios y Calidad de Caja 18, el 65% de los pensionados que se acerca a solicitar un crédito social a nuestra Caja tiene ingresos menores a $ 200 mil, lo que, en conjunto con el destino que le dan a los créditos, confirma el carácter social de este producto en nuestra institución”.

Según cree el ejecutivo, “es altamente probable que, si las Cajas no les diéramos acceso a estos créditos, nuestros afiliados pensionados tendrían que recurrir a los préstamos informales para enfrentar situaciones que requieren de un apoyo que no puede esperar, tales como un problema de salud o un deterioro serio en el hogar”.

Trabajadores activos

En este grupo, un 27% destina el crédito social a pagar deudas o reorganizar finanzas, un 26% a mejoras del hogar, un 17% a salud y otro 17% a educación. En relación a los ingresos de los trabajadores activos, un 42% de los solicitantes percibe entre 200 y 400 mil pesos.

De acuerdo al informe “Evolución del endeudamiento de los hogares”, desarrollado por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), la deuda informal de los hogares subió más de cinco puntos porcentuales en un año, llegando a un 15,8% a septiembre de 2017.

Al observar los resultados de la Encuesta de Crédito Social 2017 por zonas Norte, Quinta Región, Región Metropolitana, Sur y Sur Austral, se puede evidenciar que las cinco zonas tienen resultados relativamente similares. La diferencia más notoria está en que “el principal motivo para pedir un crédito social en la Zona Sur y Sur Austral se refiere a mejoras para el hogar, lo que podría estar asociado a condiciones climáticas de estas regiones”, sostiene Osvaldo Iturriaga.

El Ciudadano