Es fanático y en el pequeño país de África saben que su primer mandatario, Pierre Nkurunziza es fanático del deporte. Y cada vez que su agenda se lo permite, organiza partidos para despuntar el vicio. Tiene, de hecho, un equipo semi permanente que lo acompaña incluso cuando sale de gira. Pero el último amistoso que disputó no terminó de la mejor manera. Y el motivo fue que, al parecer, le cometieron demasiadas faltas.
Y la molestia llegó más allá de la cancha. Este jueves dos miembros del partido presidencial de Burundi fueron arrestados por la policía y el Servicio de Inteligencia Nacional (SNR), que depende del poder ejecutivo, por «conspiración contra el jefe de estado».
Lo que pujó estas detenciones fue un partido de fútbol disputado entre el equipo del presidente Pierre Nkurunzizal, el Alleluia FC, y uno de la ciudad de Kiremba, conformado por jugadores locales y refugiados congoleños.
Según informó un testigo a la agencia AFP, «estos congoleños aparentemente no conocían al presidente Nkurunziza, porque lo intimidaban fuertemente, lo atacaban cada vez que tenía el balón y lo hicieron caer varias veces, mientras que los jugadores de Burundi fueron cuidadosos de no acercarse demasiado».
Desde la prensa pro-gubernamental indican que estas detenciones son parte de un proceso para «socavar la seguridad del estado» y recuerdan que los partidos son ante equipos conformados exclusivamente por burundeses. Esta falencia en el duelo de la semana pasada provocó los arrestos.
Los hombres apresados fueron responsables de la organización del encuentro. Uno de ellos, Cyriaque Nkezabahizi, se desempeñó como entrenador del equipo local y trabaja en la administración de la ciudad de Kiremba y su ayudante, Michel Mutama, está a cargo del deporte en la zona.