El 16 de marzo comienza la exposición Martin Gusinde, el espíritu de los hombres de Tierra del Fuego en la Corporación Cultural de Las Condes (Apoquindo 3300). Se trata de la muestra más extensa que se haya realizado en Chile de las fotografías captadas por el sacerdote y antropólogo de origen alemán, uno de los escasos registros que se conservan de los pueblos kawésqar, selk’nam y yagán.
La exposición de 147 fotografías ya ha recorrido Europa, Japón y Sudamérica. Inició su itinerancia en 2015 en los Encuentros Internacionales de Fotografía de Arles, Francia, y ahora después de nuestro país estará presente en Colombia.
Las imágenes, tomadas por el antropólogo con placas de vidrio a principios del siglo XX, se conservan en el Anthropos Institut de Alemania. La curatoría corresponde a Christine Barthe y Xavier Barral, encargados de los archivos de fotografía del Musée du Quai Branly de Paris. Barral es además autor del libro homónimo que dio origen a la exposición itinerante.
Con la gestión de Verónica Besnier, la exhibición cuenta con el apoyo de Anthropos Institut de Alemania, Región Ile de France, el Instituto de Cultura Francés, la Embajada de Francia en nuestro país, y CEXLA, Corporación de exalumnos del Liceo Alemán de Santiago.
En la Sala de Arte Las Condes, la exposición se complementará con documentales, música, charlas y visitas guiadas, que den cuenta del indiscutible valor patrimonial de las etnias fueguinas.
Con esta muestra, se puede aquilatar la importancia del trabajo realizado por el misionero germano, quien llegó a Chile en 1912. Entre 1918 y 1924, Gusinde realizó cuatro expediciones a Tierra del Fuego, documentando, a través de escritos y fotografías, la cultura material y espiritual de estas etnias.
El aislamiento de Gusinde en estos parajes del fin del mundo, otorga a su trabajo una particular singularidad y una profundidad extraordinaria. Produce con el apoyo de un sistema fotográfico “portátil” (para los estándares de la época) más de un millar de fotografías, un acervo que constituye un árbol genealógico y social de estas comunidades.
A diferencia de sus contemporáneos, Gusinde fotografía el cuerpo en sus manifestaciones más extraordinarias, adornados con plumas y tocados de corteza de árbol, con pieles de guanaco y cubiertos de pinturas rituales. Fotografiados en un entorno azotado por fuertes vientos, lluvias o cubiertos de nieve, en medio de una naturaleza descrita por Darwin como dura e inhóspita, enmarcados en actitudes codificadas por el rito, estos pueblos del fin del mundo son el testimonio de una sociedad en su fase crepuscular.
Las fotografías de Martin Gusinde son en sí mismas una experiencia visual deslumbrante, un monumento en dos dimensiones a la memoria de los pueblos fueguinos, un testimonio único dotado de una potencia excepcional.
A juicio de los curadores Christine Barthe y Xavier Barral, “el misionero alemán Martin Gusinde sigue siendo el único antropólogo que ha podido realizar un estudio profundizado de las sociedades selk’nam, yagán y kawésqar, que ya por entonces se habían reducido considerablemente”.
Y agregan: “En el marco de una etnografía de salvataje característica de su época, Martin Gusinde utiliza una metodología de la observación que apela en gran medida a la fotografía. Los 1200 clichés que trae de su vivencia constituyen un testimonio único. En lo que hubiera podido quedar como un ejemplo del clásico recorrido de un misionero etnógrafo, hoy aparece una experiencia de terreno sin igual. Martin Gusinde se adentra profundamente en el seno de esas sociedades hasta ser introducido en el rito iniciático del hain (Selk’nam)”.
El Ciudadano