Muchas personas saben de la toxoplasmosis, provocada por el parásito típico de los gatos, Toxoplasma gondii. Este generalmente se transmite a los humanos por contacto con la caca de gato infectada, pero también se puede transmitir a través de carne contaminada o poco cocida, de la manipulación del suelo que ha estado en contacto con la caca de gato o de animales muertos infectados.
Muchas veces los síntomas de infección en adultos sanos tienden a pasar desapercibidos porque son muy leves o se confunden con el resfriado común.
Pero para aquellos con sistemas inmunes debilitados, como las personas con VIH o cáncer, el parásito puede causar toxoplasmosis grave. En estos casos, cuando el toxoplasma «se despierta» de su estado latente puede causar apoplejía y muerte en los adultos, daño cerebral severo en los bebés o abortos espontáneos en el embarazo. Esto es porque el parásito activo se replica en las células del cerebro hasta que se «rompen».
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Glasgow, Escocia, está estudiando la importancia de las tiorredoxinas, enzimas del parásito del toxoplasma que tienen características únicas, diferentes de las enzimas humanas y animales.
El equipo descubrió que las tiorredoxinas son esenciales para la supervivencia del parásito y ahora está trabajando para crear nuevos fármacos que apunten a esta enzima y eliminen al parásito sin afectar al huésped humano. Es como haber encontrado el talón de Aquiles por el cual se puede eliminar al parásito, escribe Lilach Sheiner en The Conversation, quien participó en el estudio publicado en PLOS Pathogens.
El parásito toxoplasma es un modelo experimental importante para aprender sobre la biología de otros parásitos emparentados, como los que causan la malaria. Esto se debe a que las células del toxoplasma y los parásitos que causan la malaria contienen las mismas estructuras únicas.
Tras descubrir que la tiorredoxina causante de la malaria tiene características similares a la del toxoplasma -pero también es diferente de la enzima humana-, los investigadores esperan que este trabajo también tenga aplicaciones al tratamiento de la malaria. Por eso el equipo ahora está realizando nuevas investigaciones para confirmar que esta enzima es esencial para la supervivencia del parásito de la malaria, lo que podría allanar el camino para el desarrollo de fármacos más efectivos.
Como ocurre con la toxoplasmosis, en la malaria no hay tratamientos que maten al parásito antes de que produzca síntomas, por lo que dirigirse a la tiorredoxina puede volver a los parásitos vulnerables en sus etapas cruciales para la infección y la diseminación, lo que significaría detenerlos en seco.
El hallazgo de esta enzima destaca la importancia de la investigación básica para el progreso de la atención médica y la tecnología, que apunta a obtener nuevos y más efectivos medicamentos.
El Ciudadano, vía The Conversation