Luego del rechazo por parte de la Corte de Apelaciones de Coyhaique de un recurso de protección contra el proyecto hidroeléctrico Central río Cuervo, los ayseninos alertan sobre los daños a los ríos y la sismicidad de la zona, hechos corroborados por las instancias públicas que rechazaron el proyecto.
La Corte de Apelaciones de Coyhaique rechazó el recurso de protección presentado por organizaciones sociales y ambientales de Puerto Aysén, la alcaldesa Marisol Martínez y el Concejo Municipal, el cual refutaba la citación a votar el proyecto hidroeléctrico Central Río Cuervo –originalmente programada para el 10 de enero y suspendida.
Según un comunicado de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida el proyecto de la empresa Energía Austral no presenta información que resguarde la vida de los vecinos de la zona, quienes quedarían ubicados 600 metros debajo del embalse de 13 mil hectáreas.
ENERGÍA AUSTRAL
El proyecto hidroeléctrico Central Río Cuervo es de la empresa Energía Austral, filial de minera suiza Xtrata, y planea invertir 600.000 millones de dólares en la construcción de dos represas de 60 metros de altura sobre el río Cuervo, embalsando 13.166 hectáreas de superficie con un volumen de 4.613 x 106 metros cúbicos de agua, los cuales abarcan los lagos Yulton y Meullín, lagunas Cauquenes y 5.976 hectáreas de humedales y bosque.
La capacidad instalada estimada que pretende alcanzar esta central es de 640 megavatio (MW), además de una generación de energía media anual sobre 3.900 gigavatio hora (GWh).
Energía Austral, además del proyecto Río Cuervo, pretende construir otras dos represas en la región de Aysén, en río Blanco y en Lago Cóndor.
Estas tres centrales, según la empresa, generarán 1.100 MW, lo que las convierte en el segundo proyecto de mayor tamaño después de HidroAysén.
Pero esta no es toda la relación entre HidroAysén y Energía Austral: Ambas empresas presentaron sus respectivos proyectos referentes a las líneas de transmisión, de manera separada al Servicio de Impacto Ambiental (SEA), lo que en mayo pasado planteaba serias dudas sobre si ambas iniciativas se unirían, acción que finalmente, se concretó hace algunas semanas, cuando ambas entidades sellaron un acuerdo para construir líneas de transmisión eléctricas paralelas en tendidos independientes que abarcan una faja de terreno.
“Esto está lejos de ser una buena noticia. Por el contrario, esto puede terminar aumentando el impacto que estas verdaderas cicatrices generarán en la Patagonia, afectando no sólo los emprendimientos turísticos, sino que también eliminando el sello de origen natural y escénico de todos nuestros bienes y servicios”- sentenció Antonio Horvath Gutiérrez, presidente de la Fundación Aysén Futuro.
Por otro lado, entendidos en el tema hídrico, argumentan que este proyecto no es más que la herencia de la desechada iniciativa Alumysa, de la empresa canadiense Noranda, la cual en los años noventa, pretendía instalar una gran planta productora de aluminio en el sector de Puerto Aysén.
Las similitudes son claras: para Alumysa, al igual que para la central de Energía Austral, se debían construir tres hidroeléctricas en los ríos, Blanco, Cóndor y Cuervo, además de modificar los lagos Meullín y Yulton.
ALUVIONES, SISMOS Y ERUPCIONES
El estado en el cual se clasifica hoy en día el proyecto, se enmarca en “rechazado” por el Servicio de Evaluación Ambiental, puesto que cuenta con una serie de problemas, los que se potenciarían al introducir elementos artificiales en una zona geológicamente peligrosa.
Uno de ellos, es que la central se ubicaría sobre las fallas geológicas activas de Liquiñe-Ofqui y sus ramificaciones en el río Los Palos y alrededores.
Además, se asentaría debajo de los volcanes activos Yulton, Meullín, Cai y Maca, así como también de sus 32 conos de cráteres menores.
Al parecer Energía Austral tampoco consideró los adversos efectos que tendría el proyecto en el agua, suelo y aire del sector. Tampoco reparó en la gran alteración que Central río Cuervo provocaría en el valor turístico de la zona.
El estudio “Gestión del Riesgo, Sustentabilidad y diversificación para la Agricultura en el Fiordo Aysén”, realizado por geofísicos de la Universidad de Chile en conjunto con la Onemi (Oficina Nacional de emergencia-Ministerio del Interior), Shoa (Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile), Sernageomin (Servicio Nacional de Geología y Minería) y el Ciep (Centro de Investigación de Estudio de la Patagonia), confirma la alerta sobre este proyecto.
La investigación establece que el proyecto aumenta innecesariamente el riesgo del área, y de manera especial sobre Puerto Aysén y el Fiordo de Aysén, provocando la inducción sísmica al construir embalses sobre la falla geológica más activa del país.
A los riesgos de esta iniciativa se suma el hecho de que la falla Loquiñe-Ofqui se desplaza 25 centímetros al año, llegando a ser 40 en el terremoto. Esto implica que en un plazo de diez años un lado de la hidroeléctrica estaría a 2 metros y medio del otro.
La fuga de agua en el portezuelo del Río Tabo (afluente del río Los Palos), a la cual se puede agregar el desprendimiento de glaciares o erupción bajo el lago Yulton, provocarían un aluvión que llegaría a los valles de Puerto Aysén.
LOS AISENINOS POR LA DEFENSA DE SUS RECURSOS
Estos riesgos fueron los que motivaron a la ciudadanía a manifestarse en contra del proyecto, el cual no sólo modificaría y arriesgaría la vida del medio ambiente del sector y sus ecosistemas, sino también pondría en riesgo la integridad física y psíquica de las personas, además, de agotar los recursos naturales y disminuir las ganancias que los pobladores del sector poseen al realizar actividades en el área.
“El impacto en el medio ambiente y en el turismo que significa la destrucción de lago y transformar la región de Aysén, sumando a HIdroAysén, es que la región se va a transformar en el gran proveedor de energía de la zona central. Es como si a usted lo invitaran a organizar una cena en la que no podrá comer nada”- asevera el ambientalista y presidente de la Fiscalía del medio Ambiente, Fernando Dougnac.
La defensa de los ríos y lagos, así como del medio ambiente del sector, se suma a las demandas que los aiseninos han salido a exigir desde aproximadamente 5 días.
El plebiscito vinculante que permita la consulta ciudadana sobre los temas importantes de la región, como la construcción de represas, así como la regionalización de recursos, podría modificar e incluso terminar con la Central río Cuervo.
Francisca Salinas Fernández
El Ciudadano