Pese a un apresurado anuncio de un supuesto acuerdo del ministro de Salud, Jaime Mañalich, en Aysén y Coyhaique se intensifica la protesta. En Santiago y Concepción hubo marchas de apoyo a las demandas de los ayseninos. La respuesta del gobierno: más represión.
Con marchas a la intendencia, cortes de luz y de los principales accesos de las ciudades de Coyhaique y Aysén se cumple una semana del inesperado tsunami ciudadano en la región más apartada del país.
Durante la noche en Coyhaique un centenar de personas se tomó un servicentro de combustible Copec y descargaron la intensa represión vivida en las últimas horas en un grupo de siete policías de Fuerzas Especiales, quienes cuidaban la bencinera del holding Angellini.
En tanto, una treintena de camiones bloquea la ruta de ingreso a Coyhaique. Uno de sus voceros, Javier Rojas, dijo que bloquearán el tránsito cada 45 minutos para demostrar así su respaldo a la protesta que se aglutina bajo el lema ‘Aysén: tu problema es mi problema”.
En horas de la tarde, cinco taxistas que se habían plegado a la movilización bloqueando las cercanías del aeródromo Teniente Vidal, sector El Claro, fueron heridos por perdigones lanzados por armas de Carabineros.
Durante las protestas de la semana pasada Teófilo Haro perdió un ojo tras recibir perdigones de los policías uniformados.
Además han ocurrido cacerolazos en Chile Chico, donde los vecinos del cerro las Banderas encendieron fogatas.
LAS DEMANDAS CLAVES
La región de Aysén está ubicada a unos 1.300 kilómetros al sur de Santiago, y su única vía de conexión terrestre es por Argentina.
En la jornada del domingo más de dos mil personas marcharon por las calles de Puerto Aysén. Pese a que el Gobierno acusa que son movilizaciones “coordinadas desde Santiago”, en la manifestación se vio a familias locales portaron pancartas, banderas negras y exigiendo al Gobierno que escuche sus demandas.
Un cartel que rezaba “Argentina adóptanos” llamó la atención de medios extranjeros y da cuenta de la lejanía de dicha región respecto del poder central en Santiago.
En la jornada, el presidente Piñera delegó en los ministros Jaime Mañalich (Salud) y Pedro Pablo Errázuriz (Transportes) la visita a la zona para apaciguar los ánimos.
Las exigencias de los vecinos de Aysén se resumen en bajar el precio de los combustibles (la bencina supera los $1.000 pesos por litro) y el costo de la canasta básica. El costo de la vida es casi un 40% mayor que en el resto del territorio.
Además, exigen garantizar equidad laboral y calidad en la salud; implementar en la región una universidad pública de alta calidad y formación académica; regionalizar los recursos naturales y generar un procedimiento vinculante para que la ciudadanía decida si quiere o no que se construyan represas; facilitar rutas de acceso para el pequeño y mediano campesino; otorgar una pensión regionalizada a los adultos mayores y discapacitados; y por último, tomar medidas urgentes para impedir el decaimiento de la pesca artesanal.
La reunión entre los ministros y los dirigentes locales se desarrolló bajo la oscuridad producto de los cortes de luz derivados de las protestas.
“Valoramos que ellos vengan pero en nuestro petitorio se cruzan temas laborales, de combustibles, de salud, de educación, de la pesca artesanal, y como son varios temas de esa índole creemos que el ministro que debió haber venido es el ministro de Hacienda Felipe Larraín”- dijo a medios extranjeros la alcaldesa de Puerto Aysén, Marisol Martínez.
Incluso Mañalich dijo en TVN que en la reunión, que duró 6 horas, se llegó a un “completo acuerdo” en materia de salud, palabras que fueron desmentidas por los dirigentes que participaron.
Por su parte, el senador de RN Antonio Horvath, dijo que sólo se avanzó en un compromiso, pero nada de plazos y procedimientos sobre la rebaja del combustible en la zona.
REPRE ACOSTUMBRADA EN SANTIAGO
Varias organizaciones ambientales, estudiantiles y ciudadanas en Santiago se reunieron este lunes en el centro para dar su apoyo a las movilizaciones en Aysén. La respuesta del Gobierno fue la de siempre: más de una decena de carros policiales, agua con gases lanzados a transeúntes y veinte detenidos, entre ellos dos observadores de Derechos Humanos.
La convocatoria fue hecha por las agrupaciones que integran Democracia para Chile. Ambientalistas, estudiantes, organizaciones de la diversidad sexual y cerca de un millar de transeúntes se autoconvocaron en la Plaza de Armas para marchar hacia la Alameda desde las 7 de la tarde.
Todo se desarrollaba de manera pacífica cuando una veintena de personas ocupó la Alameda, y se vino de golpe la acostumbrada represión policial. Carros lanza aguas mojaban a transeúntes y manifestantes, altos oficiales de la policía sin identificación alguna y lacrimógenas lanzadas si mayor provocación que la de estar agrupados en alguna esquina, terminaron siendo los elementos repetidos de la respuesta del Gobierno de Sebastián Piñera a una ciudadanía ya hastiada.
Dos delegados del Observatorio de Derechos Humanos fueron detenidos junto a una veintena de manifestantes, hecho que dijo desconocer el jefe de Zona Metropolitana de Carabineros, general Alejandro Pacheco, quien no portaba placa alguna que lo identificara durante toda la protesta, al igual que decenas de carabineros a su cargo.
También hubo marchas de apoyo a Aysén en la ciudad de Concepción.
Por Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
Fotos: twitter
El Ciudadano
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