Son más de 100 las personas privadas de libertad que conviven en la Torre 2-A de Colina I y que no cuentan con un suministro de agua potable, con las consecuencias de insalubridad que esto aqueja: de muestra, los profesionales del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) pudieron ver WC tapados con excrementos y papeles y un olor penetrante en todas las dependencias.
Además de verificar que los internos sólo cuentan con una hora de agua al día, entre 7 y 8 a.m. no contando con el vital recurso para el consumo, ni mucho menos, para el saneamiento de la situación. Tampoco se observaron contenedores adecuados para almacenar agua el resto del día mientras permanece cortada.
Estos antecedentes llevaron a interponer un recurso de amparo por parte del INDH que en definitiva pide que a la Corte de Apelaciones que ordene a Gendarmería de Chile que se garantice la provisión de agua salubre y constante.
El Ciudadano