Imágenes impresionantes que muestran la emoción de la caza a través de los ojos de un guepardo mortal se han viralizado en las redes sociales.
El camarógrafo de vida silvestre Gordon Buchanan conectó una cámara a la espalda de uno de los veloces cazadores y descubrió sus vidas ocultas.
En las filmaciones capturadas en Namibia, se sigue a tres guepardos huérfanos mientras salen a cazar.
El video comienza con los guepardos buscando un olor.
Gordon y un conservacionista observan desde lejos, mientras comentan cómo los animales son capaces de captar el menor indicio de un aroma con facilidad.
Está claro que encontraron un camino. Las ágiles criaturas usan el espeso matorral como cobertura. Cuanto más se acerquen a la presa, más probabilidades habrá de que la maten.
Uno de los guepardos, apodado Odyssey por los presentadores del programa, comienza a tomar ritmo y salir del arbusto, con los ojos puestos en su próxima comida.
Sus manchas son el objetivo y se congelan. Ahora los tres guepardos se han movido a una formación de flecha.
Y de repente, están apagados; paseando por el árido paisaje después de una presa invisible.
Entonces, su objetivo aparece a la vista. Es un ternero común y su madre.
Uno de los guepardos se las arregla para clavar sus garras en la grupa de la criatura fuerte, que levanta piedras y arena mientras intenta escapar del equipo.
Los guepardos se desvían para evitar un arbusto. Y a pesar de estar calientes en sus colas de presas, los guepardos se ven obligados a darse por vencidos.
Los impresionantes animales solo pueden correr a su velocidad máxima de 113 km/h durante unos momentos, y deben cazar en tramos cortos porque la velocidad es su fortaleza, pero no la resistencia.
Esta vez, fueron demasiado lentos para atrapar a su presa.