Lo hemos dicho hasta el cansancio y no dejaremos de repetirlo. El plástico que consumimos y desechamos se sigue acumulando en los océanos, con graves consecuencias para el medio ambiente, es decir, para todos los habitantes del planeta.
De acuerdo a un nuevo informe sobre el futuro de los mares, la cantidad de piezas y micropartículas de plástico en el océano podría triplicarse para el año 2025. Teniendo en cuenta que ya hay más de 5,25 billones de piezas, esta es una pésima noticia.
La Oficina de Gobierno para la Ciencia, del Reino Unido, emitió un informe titulado Foresight Future of the Sea, en que se analiza la salud del océano mundial y qué rol podría jugar el Reino Unido en la investigación científica, la tecnología y el comercio en el futuro.
Se proyecta que los niveles de contaminación oceánica por plástico se triplicarán entre 2015 y 2025, con implicaciones graves para la biodiversidad. El informe señala que ya se registra una disminución del 49% en las poblaciones de vertebrados marinos entre 1970 y 2012.
La basura plástica es uno de los mayores problemas que aquejan a los mares del mundo, junto con el aumento del nivel del mar, el cambio climático y la contaminación química por el vertido de pesticidas, fertilizantes de granja, desechos industriales y productos farmacéuticos, informa IFLScience. Todos estos problemas son de carácter antropogénico, es decir, causados por los seres humanos.
«El océano está fuera de la vista y de la mente», dijo Ian Boyd a BBC News. Boyd es científico jefe del departamento de medio ambiente del gobierno del Reino Unido y uno de los autores del estudio.
«Invertimos mucho en las misiones al espacio, pero allí no hay nada vivo. El fondo del mar está lleno de vida, realmente necesitamos una misión al planeta océano: es la última frontera», expresó otro de los autores, el profesor Edward Hill, del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido.
El público, los gobiernos y la industria están asumiendo hace poco la realidad que enfrentan los océanos, sin embargo el informe advierte que la crisis se nos viene encima. Una de las principales recomendaciones de los autores es reducir la contaminación plástica en el mar a través del desarrollo de nuevos plásticos biodegradables y mediante campañas de concientización pública. Señalan que el mundo debe volver a evaluar seriamente la forma en que maneja el océano y sus recursos.
A pesar de las sombrías estadísticas, el comunicado oficial del gobierno del Reino Unido es desconcertante: no menciona las palabras ‘plástico’ ni ‘contaminación’, sin embargo lo titula «Grandes oportunidades de los océanos para el Reino Unido».
Recién la semana pasada otro informe señalaba que al menos el 90% del agua que se vende en botellas tiene algún nivel de contaminación por microplásticos de diversas variedades.
La contaminación plástica en los mares es una consecuencia directa de nuestro comportamiento como consumidores, de las decisiones de la industria y de las políticas de los gobiernos. Esto contrasta con el hecho irrefutable de que todo lo que ocurre a los océanos y a la vida marina nos afecta de manera crucial.
El Ciudadano