Un nuevo estudio determinó que la prohibición legal no disminuye la tasa de abortos, solo los hace más peligrosos.
Los hallazgos provienen de un nuevo informe del Instituto Guttmacher (ONG), que reunió los datos más recientes sobre las tasas de aborto y las leyes que regulan el aborto y su seguridad en todo el mundo.
«Las tasas de aborto son similares en países donde el aborto es muy restringido y donde es ampliamente legal», dice el informe.
«En países que prohíben el aborto por completo o que solo lo permiten para salvar la vida de una mujer, la tasa de abortos es de 37 por cada 1.000 mujeres, y en países que permiten el aborto sin restricciones, es de 34 por cada 1.000».
De las 1,64 mil millones de mujeres en edad reproductiva del mundo, el 6% vive donde el aborto es totalmente ilegal y el 37% vive donde está permitido sin restricciones.
América Latina y el Caribe tiene la tasa de aborto anual más alta de cualquier región del mundo, con 44 por cada 1.000 mujeres en edad reproductiva. Más del 97% de las mujeres que viven en estos países están bajo leyes restrictivas de aborto. Las tasas más bajas se encontraron en el norte de Europa y América del Norte, aproximadamente 17 por cada 1.000 mujeres, donde los abortos son ampliamente legales y las restricciones se encuentran entre las menos estrictas del mundo.
Si bien estas estadísticas reflejan toda una gama de factores socioeconómicos y culturales, desde los niveles de atención médica hasta el estigma social, muestran que el efecto de las restricciones legales sobre las tasas parece ser mínimo.
«Las restricciones legales no eliminan el aborto», escriben los autores del estudio. «Más bien aumentan la probabilidad de que los abortos se hagan de manera insegura, ya que obligan a las mujeres a buscar procedimientos clandestinos». De hecho, el aborto tiende a ser más seguro en países donde es ampliamente legal y donde hay un alto ingreso nacional».
Esto está respaldado por un estudio reciente, publicado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EEUU. El análisis es el más completo y riguroso que reúne los datos disponibles con respecto a los resultados médicos de las interrupciones del embarazo.
El informe también encontró una gran disparidad entre naciones ricas y pobres. De los 56 millones de abortos inducidos que tuvieron lugar cada año entre 2010 y 2014, se estima que un 45 % eran inseguros. Alrededor del 97% de estos abortos inseguros ocurren en regiones en desarrollo, la mayoría de los cuales tienen leyes de aborto altamente restrictivas.
«Las mejoras en las leyes de aborto, las pautas y prácticas de provisión de servicios en varios países, han hecho que el aborto sea más seguro en todo el mundo; sin embargo, millones de mujeres en países donde está muy restringido, continúan experimentando las consecuencias negativas del aborto inseguro», dijo Sneha Barot, directora general de políticas del Instituto Guttmacher.
El Ciudadano, vía IFLScience