El expresidente peruano Ollanta Humala advirtió hoy al nuevo presidente, Martín Vizcarra, que “la crisis política no ha terminado” y que a pesar de la tensa calma existen demandas sociales, políticas y económicas que tendrá que resolver.
A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, Humala señaló que “este es un período de calma que será corto” (…) “Pero hoy usted es el actor más importante en la solución de esta crisis, que pasa por atender las demandas sociales y la economía”, sentenció.
“No hay fórmulas mágicas, el trabajo arduo es el único camino”, afirmó Humala quien está en prisión preventiva por presunto financiamiento irregular de su campaña.
Reto de la pobreza
En un artículo titulado «A los pobres rurales de Perú, la agenda social les queda lejos» advierte que «la pequeña agricultura, fuente de subsistencia para las familias alto andinas, no es vista desde el gobierno como un área estratégica de producción».
Y es que según fuentes oficiales la pobreza general en Perú alcanza a 20,7 por ciento de la población, pero la pobreza rural supera el 43 por ciento, y de ella, 13,2 por ciento es extrema.
«Perú, con 31,5 millones de habitantes, avanzó en la reducción de la desnutrición infantil en la última década, pero cifras oficiales muestran que en esta región de 1,4 millones de personas, se mantiene muy elevada, con una tasa de 53,1 por ciento, casi 10 puntos por encima de la media nacional, de 43,5 por ciento» advierte el reportaje publicado por el portal servindi.
Crisis política
La excandidata presidencial de Nuevo Perú, Verónika Mendoza, exhortó a Martín Vizcarra a iniciar una etapa de transición democrática en el país y a concentrarse en tareas prioritarias como la lucha contra la corrupción, la reactivación de la economía y el empleo y convocatoria a nuevas elecciones generales.
Pidió garantizar la autonomía del poder judicial frente a la corrupción y reformar el sistema de asociaciones público privadas para evitar nuevas corruptelas en las grandes inversiones.
Poder popular oiginario
Jorge Marrero, dirigente social, cuestiona a la clase gobernate en ese país y reivindica dos décadas de luchas populares, fundamentalmente indígenas y campesinas, que vienen contribuyendo con pensamientos y prácticas que en un Diálogo Constituyente serían convertidos en pensamientos jurídicos para redactarlos en una nueva Constitución.
«Nuestros pueblos están haciendo la historia en sus luchas y ustedes solo estorban. Pónganse a la altura de la historia, convocando a un Referendo para Elecciones Constituyentes. Dejen de pedir elecciones de reciclaje de esa «clase política tradicional», pues está dentro dentro del marco jurídico de la Constitución Neoliberal del 93″ dijo.