Pekín estaba furioso después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobara una legislación la semana pasada que alienta a Estados Unidos a enviar altos funcionarios a Taiwán para que se reúnan con sus homólogos taiwaneses.
La atmósfera en Beijing comenzó a calentarse después de que el vicesecretario de Estado adjunto de los Estados Unidos, Alex Wong, visitara Taipei el martes.
Wong se convirtió en el primer alto funcionario del Departamento de Estado en visitar Taiwán desde que Trump llegó al poder, y desde que Washington aprobó la Ley de Viajes de Taiwán, que ya ha empeorado las relaciones y ha generado nuevas presiones sobre las relaciones entre EE. UU. y China.
Wong dijo en Taipei el miércoles que el compromiso de los Estados Unidos con Taiwán nunca ha sido más fuerte y que la isla es una inspiración para las regiones restantes del Indo-Pacífico.
China afirma que Taiwán, gobernado por sí mismo, es suyo y lo considera una provincia díscola.
Y el presidente chino, Xi Jinping, dijo el martes que Taiwan enfrentaría el «castigo de la historia» si intentara separarse.
The Global Times dijo en un editorial que China tenía que «contraatacar la ley». Decía: «China puede presionar a los EE. UU. en otras áreas de cooperación bilateral: por ejemplo, la cuestión de la Península Coreana y la cuestión nuclear de Irán. China también puede ponerse en contra de los Estados Unidos en organizaciones internacionales como la ONU».
El periódico, publicado por el diario oficialista People’s Daily del Partido Comunista, añadió: «El continente también debe prepararse para un enfrentamiento militar directo en el Estrecho de Taiwan. Necesita dejar en claro que la escalada de los intercambios oficiales entre Estados Unidos y Taiwán traerá serias consecuencias para Taiwan».
«Este periódico ha sugerido que la parte continental puede enviar aviones militares y buques de guerra a través de la línea media del estrecho de Taiwan. Esto puede implementarse gradualmente dependiendo de la situación a través del Estrecho «.
La isla es un posible punto de conflicto militar y uno de los problemas más delicados de China.
Taiwán envió barcos y un avión el miércoles para seguir a un grupo de portaaviones chino a través de su estrecho el miércoles, dijo su ministerio de defensa.
The Global Times dijo que pensar que una «unificación pacífica» sería un proceso armonioso era un malentendido.
Agregó: «Los palos importan más que las flores en el camino hacia la reunificación pacífica».
La hostilidad entre China y Taiwán ha aumentado desde la elección del presidente Tsai Ing-wen en 2016, un miembro del Partido Progresista Democrático a favor de la independencia de la isla.
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