La disyuntiva de HidroAysén para contestar los reparos ambientales

15 de Diciembre del 2008


Autor: Mauricio San Cristóbal M.

15 de Diciembre del 2008.- Convertirse en un precedente que imponga un estándar de información que no sea el adecuado para la realidad del país. Esta es una de las mayores preocupaciones en torno a la forma en que HidroAysén responderá las miles de consultas que suscitó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del complejo hidroeléctrico, que Endesa y Colbún planean construir en los ríos Baker y Pascua, ubicados en la Undécima Región.

Por este motivo, la metodología que la empresa y los consultores a cargo de este proceso usen para responder, será crucial tanto para el proyecto como para el futuro del Sistema de Evaluación dependiente de la Comisión Nacional del Medioambiente (Conama), pues no son pocos los que creen que por tratarse del proyecto eléctrico más grande de la historia -por los 2.750 MW que inyectará a la zona central-, su trámite ambiental fijaría un precedente, determinando el estándar de información que otras empresas deban presentar en las próximas iniciativas que se sometan a evaluación.

Detrás de las 10.500 páginas del EIA, que HidroAysén ingresó en agosto a la Corema local, está la alianza internacional conformada por la sueco-noruega Sweco y las chilenas Poch y EPS.

Trascendió que antes de que termine el año, este consorcio debe decidir la estrategia con que abordará el Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones (Icsara) que la autoridad remitió a mediados de noviembre.

Respetar el plazo es fundamental

Conocedores del proceso indicaron que este hito es crucial para no exceder el plazo de nueve meses que HidroAysén pidió para elaborar el informe -denominado Adenda-, que contendrá las respuestas a los reparos efectuados por la autoridad, la comunidad y los detractores del proyecto.

Las mismas fuentes indicaron que del total de observaciones remitidas por la autoridad, los asesores de HidroAysén sólo estarían considerando unas 750 para determinar, dijo la fuente, “hasta donde estarán dispuestos a llegar con las respuestas”.

La normativa del sistema de evaluación permite que el titular de un proyecto pueda descartar algunas de las preguntas u observaciones que se le entreguen, porque éstas no corresponden o no se ajustan a ella. Por el contrario, también pueden optar por profundizar en algunas de ellas, a través de la realización de nuevos estudios.

Especialistas del sector señalaron que es precisamente ahí donde radica el temor, pues ha sucedido que estudios entregados por otras empresas -como sucedió con una medición de caudal ecológico que AES Gener realizó para el proyecto Alto Maipo-, pueden convertirse en requisitos para nuevos proyectos hidroeléctricos, como el propio HidroAysén.

Las empresas encargadas de responder las interrogantes declinaron comentar respecto del tema, ya que su contrato con HidroAysén contiene cláusulas de confidencialidad (Diario Financiero).

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