Este jueves se cumplen 76 días desde que el machi Celestino Córdova, único condenado por el caso Luchsinger-Mackay, iniciara una huelga de hambre. La protesta de la autoridad mapuche comenzó el 13 de enero y tiene como justificación una solicitud que no ha sido escuchada: salir por 48 horas desde la cárcel de Temuco para renovar su rewe, un sitio de conexión espiritual en la cosmovisión de su pueblo.
Jimmy Marilao, werken (portavoz) del machi, conversó con El Ciudadano y dio cuenta del delicado estado de salud de Celestino Córdova, quien ha perdido más de 20 kilogramos producto del ayuno. Pero no solo eso, puesto que el vocero también puso en entredicho la investigación que derivó en la sentencia a 18 años de presidio, que actualmente cumple el líder espiritual condenado en el año 2013.
– En las últimas semanas se han dado a conocer las complicaciones de salud que enfrenta el machi. ¿Cómo se encuentra actualmente?
Desde que fue encarcelado viene sufriendo daño físico y psicológico, que se fue agravando ahora que han pasado cinco años y con la huelga que inició el 13 de enero. Generalmente, los episodios que tiene son de cefalea, también algunos temas con el corazón, porque sus latidos son muy lentos, posiblemente por la falta de electrolitos, decía el doctor.
En la convivencia con Gendarmería, hubo episodios de amenazas de muerte y hostigamiento de parte de funcionarios.
– ¿Ha sido sometido a exámenes o intervención médica contra su voluntad?
Hasta el momento no, solo monitoreo. Hay un equipo de médicos que tiene la confianza de Celestino y el grupo de apoyo que estamos siguiendo periódicamente para ver su estado físico y diagnosticar su condición ahora que está en huelga de hambre.
– El viernes pasado, la diputada Emilia Nuyado visitó al machi Celestino. ¿Sienten ese gesto como un respaldo, considerando que ella es una parlamentaria mapuche-huilliche?
Es importante y lo que se busca es que el mapuche, sea de dónde sea, esté o no en la institucionalidad del Estado o en las comunidades, vaya a solidarizar con Celestino, autoridad espiritual. Es un gesto que se valora, porque la diputada fue a dar su apoyo primero como mapuche, como lamien, como mujer mapuche, y a la vez ser un facilitador de todo lo que vendrá más adelante, lo que Celestino está exigiendo, que son las 48 horas para ir a su rewe y la posibilidad de que se reabra su caso.
En ese aspecto, hay un apoyo y también un trabajo que se está llevando adelante, en este caso, con lo que es su huelga, su petición para renovar su rewe, pero también lo que significa el módulo exclusivo para comuneros. Es todo un plan que ella entendió y también vino a darle todo lo que significa la fuerza desde el punto de vista mapuche.
«Carabineros lo llevó a un galpón y lo torturaron»
– Respecto de la reapertura del caso, ¿qué aspectos cuestionan de la sentencia que mantiene al machi en la cárcel?
Celestino fue inculpado de una situación que fue fortuita, ya que él, en su calidad de machi, tenía en ese momento [NdR: se refiere a la noche del ataque incendiario al matrimonio Luchsinger Mackay] una ceremonia donde necesitaba descargarse de las energías negativas, por lo tanto, él transitaba libremente por ese espacio donde fue encontrado baleado por Carabineros, quienes lo trasladaron a un galpón y lo golpearon.
La situación que se desprende de eso es la diferencia que hay en las trazas de bala, una niquelada, la otra de cobre [NdR: la primera corresponde a las balas de Luchsinger, la segunda a los rastros que dejó la bala que impactó a Córdova]. Todas esas cosas, nosotros creemos que no fueron investigadas; prácticamente, se le condenó sin pruebas. Un sinfín de cosas que ahora se están demostrando por los montajes y lo que deja ver la “Operación Huracán”.
– La diputada Nuyado dijo que el machi “ha sido condenado con pruebas absolutamente falsas”. ¿Ustedes sostienen esa tesis?
Por supuesto. Él ha realizado su defensa de por qué se encontraba a 3 kilómetros del hecho. Además, Celestino fue baleado por la espalda y eso no fue investigado por el Ministerio Público. Tampoco de dónde provino la bala que lo hirió a tres kilómetros del lugar del hecho, cuando Celestino se dirigía al cerro que se llama Rahue a hacer una descarga de energías negativas, donde por cuestiones accidentales o ajenas se encontró con ese hecho.
Carabineros lo encontró herido, tendido en el suelo, Celestino estaba pidiendo ayuda y lejos de llevarlo a un hospital, Carabineros lo retuvo, lo llevó a un galpón y procedieron a torturarlo. Después de eso, pasaron cerca de seis o siete horas y recién lo llevaron a un recinto hospitalario, donde Celestino recién pudo recuperarse del dolor. Fiscalía no ha investigado todos esos temas, por lo tanto, se maneja la tesis del montaje en ese sentido: ¿qué hicieron con Celestino todas esas horas que estuvo prácticamente agonizando y a punto de perder la vida?
– ¿Cree que esos antecedentes, más los detalles conocidos de la frustrada “Operación Huracán”, constituyen razones de peso para revisar otros casos judiciales con personas mapuche involucradas?
Por supuesto, ya que la tesis de los montajes es algo que los mapuche vienen denunciando hace un tiempo y ya es una realidad, como las prácticas que realiza el Estado con los aparatos policiales de inculpar a dirigentes y autoridades mapuche. También de los montajes que ellos realizan para silenciar la lucha que han llevado las comunidades por recuperar derechos territoriales y políticos.
–¿Considera que la situación que afecta al machi actualmente representa una vulneración del Convenio 169 de la OIT?
El Estado de Chile ratificó el Convenio 169, por lo que debe cumplir la obligación de resolver un tema complejo como es la devolución de tierras, en este caso, derechos territoriales y políticos, pero no debe traspasar la vida de la persona y eso es cuando se violan los derechos humanos y se encarcela injustamente a dirigentes o autoridades espirituales mapuche, por estar reivindicando sus derechos, claramente contemplados en el Convenio 169.
Es una herramienta que el Estado asumió, pero que no ha utilizado. Prefiere utilizar los métodos del encarcelamiento, de la persecución, del hostigamiento y no solucionar este tema por la vía del Convenio 169.
Celestino ya ingresó una demanda en contra del Estado de Chile en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la situación que pasó en la cárcel, donde hubo amenazas de muerte y hostigamiento. A eso se suma todo lo que significa el por qué Celestino está encarcelado, cómo fue encarcelado y las razones de por qué sostiene que el Estado tiene una deuda histórica con el pueblo Mapuche, que no ha querido solucionar y lo ha tratado por la vía judicial, de encarcelamiento y persecución. Ahora se está esperando el pronunciamiento del organismo.
– ¿El caso del machi, así como otros procesos judiciales contra personas mapuche, justifica una revisión de las condiciones de encarcelamiento, en particular, sobre las posibilidades de ejercer sus prácticas espirituales?
Claramente lo estipula el Convenio 169 en el artículo 10. El Estado, antes de aplicar cualquier política de encarcelamiento, primero debe investigar las condiciones de dicho pueblo, en este caso Mapuche. Se deben perseguir sanciones diferentes del encarcelamiento y nosotros lo hemos propuesto en diversas instancias. Cuando se trata de encarcelar al mapuche, que el Estado lo haga, pero que no sea en cárceles chilenas, sino que las penas privativas de libertad se cumplan en comunidades mapuche, donde el Convenio lo estipula.
Por eso, todas estas situaciones que terminan con gente mapuche presa, fácilmente se podrían solucionar utilizando el Convenio 169 y no habría conflictividad dentro de lo que significan los poderes del Estado y tampoco con los organismos de derechos humanos. El encarcelamiento no soluciona lo que significa la convivencia que existe entre el Estado chileno y el pueblo Mapuche.