Este miércoles, los indígenas de la etnia Yshir-Chamacoco de Puerto Murtinho, abrieron el paso del río Paraguay que estaba parcialmente cerrado, en protesta a la detención ilegal de dos nativos por policías federales brasileros.
Los Yshir reclamaban la libertad de los paraguayos, Carlos Franco Rivarola y Carlos Agustín González, y advierten a las autoridades de su nación que en 15 días, el caudal será nuevamente cerrado, en caso de no tener resultados.
El boqueo se levantó, luego de la reunión que sostuvieron los representantes indígenas con funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores así como familiares, quienes llegaron hasta Fuerte Olimpo.
Según lo acordado, los detenidos recibirán asistencia consular a través de un abogado defensor particular de la cancillería. Asimismo, se estableció la designación de los consulados de Puerto Murtinho y Campo Grande como portavoces ante las autoridades del Brasil y la comunidad indígena afectada.
Además, se coordinó el apoyo de la Municipalidad de Fuerte Olimpo, la Secretaría de Acción Social (SAS), el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), así como del sector privado, para solventar la privación de libertad.
En la reunión participaron autoridades paraguayas como el intendente Sergio Cuellar, representantes de la Gobernación de Alto Paraguay, el obispo Gabriel Escobar, representantes del Ministerio Público, la Policía Nacional, la Armada, el Consulado en Murtinho y la comitiva del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por su parte, Maximiliano Mendieta, de la Organización Tierra Viva, indicó a través de un programa radial de Paraguay, que los policías del Brasil no solo violan la soberanía paraguaya al detener a dos indígenas en el territorio sino que atentan contra los derechos humanos de estos.
Explicó que la patrulla brasileña cruzó ilegalmente hacia las aguas del Paraguay y que se llevaron a estos dos indígenas a Puerto Murtiño (Brasil), con la excusa de que estaban armados.
“Desde ahí todo ya es absolutamente ilegítimo e inconstitucional y violatoria de nuestra soberanía como paraguayos”, refirió al comentar que “el Estado Paraguayo lo que tiene que hacer es solucionar el problema de la privación de libertad de los dos indígenas”, destacó.
Víctimas de racismo
Mendieta también manifestó que en la zona de Fuerte Olimpo (Departamento de Alto Paraguay) existen 170 familias del Pueblo Ishir distribuidas en 18 hectáreas y que “permanentemente son amenazadas” por las autoridades del vecino país.
“Es histórico, hace décadas que existe esta persecución, amedrentamiento y racismo por parte de los policías y militares brasileños. Les roban las redes, les detienen y les humillan. Esto no es de ahora”, puntualizó.
Un defensor Público ejerce en estos momentos la defensa legal de estas dos personas en el Brasil, además el cónsul paraguayo está siguiendo de cerca el caso.
Mendieta no descartó que en los próximos días, integrantes de la organización viajen hasta la zona para un mejor acompañamiento y acelerar la liberación de los dos indígenas.