Rusia expulsa a 60 diplomáticos estadounidense de su nación euroasiática, de los cuales 58 estaban residenciados en Moscú y los otros en Ekaterimburgo.
Así lo anunció, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa al señalar que la medida se ejecuta en respuesta a la expulsión de la misma cantidad de embajadores rusos del territorio de Estados Unidos EE.UU, el lunes.
El canciller explicó que su país, tomará «medidas recíprocas» con el resto de los gobiernos que se sumaron a la ola de expulsiones de funcionarios rusos durante los últimos días.
También indicó que Rusia cerrará el consulado de EE.UU en la ciudad de San Petersburgo y expresó que la cancillería se comunicó con el embajador de Washington para informarle las medidas de respuestas.
«En estos momentos el embajador norteamericano ha sido citado en la Cancillería Rusa, donde se le está comunicando el contenido de las medidas de respuesta contra Estados Unidos», comentó el ministro.
El ministro Lavrov precisó, además que Moscú solicitó realizar una reunión a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas el próximo 2 de abril, para mantener «una conversación honesta» por el envenenamiento del exespía ruso-británico Serguéi Skripal.
Theresa May, primera ministra británica retiró el pasado 23 de marzo, las credenciales a más de veinte diplomáticos rusos y varias naciones se sumaron a la medida, entre ellas, Estonia, Letonia, Irlanda y la República Checa así como Canadá, Australia, España, Francia, Alemania, Polonia, Lituania, Dinamarca, Países Bajos, Italia, Croacia, Finlandia, Hungría, Rumanía y Suecia.
También se han añadido Ucrania, Albania, Noruega y Macedonia.
Asimismo, fueron suspendidas las conversaciones de alto nivel con autoridades rusas.
Por su parte, las autoridades rusas alegan que las acusaciones británicas que vinculan a Rusia con el envenenamiento del exespía y de su hija son acusaciones que no han podido ser demostradas.