Puede sonar muy extraño, pero todos podemos tener rastros de cocaína en el cuerpo a pesar de no ser consumidores, según explica la ciencia.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Surrey en el Reino Unido, analizó a 50 personas que no consumían esta droga y a 15 que lo hicieron en las últimas 24 horas.
Los resultados se publicaron en la revista Clinical Chemistry e indicaron que el 13% de los no consumidores presentó rastros en los dedos, mientras que el 1% tenía vestigios de heroína.
La explicación para lo anterior sería que dichos restos provienen de billetes de bancos, manos de otras personas y superficies. «Lo creas o no, la cocaína es un contaminante ambiental muy común. Es bien sabido que está presente en muchos billetes de banco«, explicó Melanie Bailey, autora del estudio.
No obstante, aclaró que «nos sorprendió que se detectara (la droga) en tantas muestras de huellas dactilares», demostrando lo vulnerable que está el cuerpo a este tipo de sustancias.
Mientras se realizó la investigación, los expertos les pidieron a los ‘no consumidores’ que le dieran la mano a los que sí lo son, dejando en evidencia que el sólo contacto puede traspasar la droga.
La diferencia está en que los que consumen estos estupefacientes suelen secretarlos a través del sudor, en comparación a quienes no consumen.
Según indican los investigadores, este experimento es importante por 2 cosas: la primera de ellas es que queda demostrado que la cocaína es un gran contaminante ambiental y la segunda es que las pruebas de huellas dactilares con el futuro test de drogas.
Mahado Ismail, investigador que fue parte del estudio, comentó que «hay muchos factores que diferencian las pruebas de huellas dactilares» y agregó que «es no invasivo, fácil de recolectar y tienes la capacidad de identificar a la persona usando la muestra. Nuestro estudio ayudará a añadir otra capa robusta a la prueba de drogas de huellas dactilares».