Las variaciones en el deseo sexual son algo muy común, sobre todo para quienes llevan mucho tiempo en pareja.
Sin embargo, a pesar de que es algo habitual y que con el tiempo suele pasar, hay gente a la que esta sensación le dura por mucho tiempo y en ese sentido debemos saber identificar cuando está afectando a nuestro cuerpo y recurrir a algún especialista o acudir a alguna herramienta que tengamos a nuestra disposición.
Causas de la falta de deseo sexual
La falta de deseo sexual suele relacionarse con la desmotivación por la rutina en pareja o porque los encuentros sexuales son siempre haciendo las mismas posiciones y en el mismo lugar.
Otra de las causas son los problemas laborales, el cansancio y el insomnio, pues producen mucha desmotivación y falta de ganas de intimar.
La falta de deseo sexual está vinculada con cuestiones psicológicas y anímicas. Es por eso que si se está en pareja y hay problemas para comunicarse es muy difícil lograr un encuentro sexual placentero.
¿Cómo resolverlo?
Hay parejas que recurren a terapia, pues cuando alguien ajeno a la relación observa el problema desde afuera es más fácil detectar qué es lo que está ocurriendo. Uno o dos encuentros pueden ser suficientes para que las cosas empiecen a resolverse.
Otra forma es hablar directamente con la pareja para así poder llegar a un consenso, pues lo más probable es que ambos estén sintiendo lo mismo.
Si crees que la falta de deseo sexual se debe al aburrimiento de la rutina, estés o no en pareja, lo bueno es desafiarse a pensar qué te gustaría hacer o probar. Hay que poner atención en las fantasías e intentar hacerlas realidad.