Por primera vez en México se utilizará una herramienta japonesa que facilitará la evaluación de terremotos y tsunamis ocurridos en el pasado y que permitirá su prevención si en el futuro pudiese ocurrir algún evento como estos.
El instrumento, conocido como Geoslicer, solo ha sido usado en Japón y Estados Unidos, y ayuda a recuperar información que ha quedado guardada en el registro geológico para poder responder si ha ocurrido o cuándo ocurrirá un sismo y de esta manera se emprenderán las acciones pertinentes de prevención y mitigación de riesgos para que la población esté preparada para enfrentar fenómenos de este tipo.
Su objetivo es determinar el peligro sísmico y por maremotos en la llamada brecha de Guerrero, en donde no han ocurrido movimientos telúricos grandes desde 1911 y en donde podría suceder un movimiento importante.
Científicos mexicanos señalaron que con el Geoslicer se podrá corroborar la información histórica sobre terremotos y tsunamis documentada en los últimos siglos y conocer los paleosismos y paleotsunamis que han ocurrido en el país antes de que hubiera registros humanos (hasta lapsos que van de los dos mil 500 a tres mil años de antigüedad).
En la costa del Pacífico se lleva a cabo un programa de monitoreo, que a pesar de no contar con tecnología GPS, porque no es una herramienta de alerta, su mantenimiento no es costoso y es más efectivo que otras técnicas para la obtención de capas de suelo.
El instrumento es útil para investigar movimientos telúricos mayores a 7 de intensidad que son los que suelen provocar tsunamis y fue donado como parte de la Alianza para la Investigación en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible (SATREPS, por sus siglas en inglés).
En Latinoamérica, México es el único país que por el momento utiliza esta herramienta japonesa y las muestras han sido enviadas a Estados Unidos para su análisis.