Un Estudio reciente de la Universidad de Harvard señala que la desestabilización del misterioso “Bosón de Higgs” (partícula elemental propuesta en el modelo estándar de física de partículas) podría ser capaz de dar paso a un segundo “Big Bang” (gran explosión) como la que originó el universo. La cantidad de energía luego de la desestabilización de la partícula sería capaz de arrasar todo el universo.
El estudio publicado en la revista Physical Review D. revela lo que los físicos de la universidad de Harvard consideran como el fin del universo. El mismo se produciría si “La partícula de Dios” (nombre con el que se conoce al Bosón de Higgs, una pequeña entidad subatómica que, según el Modelo Estándar, da masa a otras en el universo), entrara en colapso.
Esta partícula fue descubierta en el año 2012, más de 50 años después de que Peter Higgs, físico británico, hablara de su existencia, gracias al Gran Colisionador de Hadrones (GCH) (un instrumento cuya función principal es acelerar las partículas y provocar su choque).
Según los científicos, si el bosón se desestabiliza, liberaría una gran burbuja de energía que se tragaría, en su destructiva fuerza, todo lo que encuentre a su paso, incluyendo al planeta Tierra. La explosión se asemejaría a la misma que fue responsable de la creación el universo el “Big Bang”.
Aunque por el momento los científicos calculan que el evento podría ocurrir dentro de 10 elevado a 139 años, a partir de este momento, no existen motivos para pensar que la catástrofe sea inminente.
Al mismo tiempo, los físicos hacen hincapié en que existe la posibilidad de que el proceso que lleve al fin del universo ya podría haber iniciado en algún lugar de nuestro extenso universo y no estemos al tanto del mismo.
Los expertos también indicaron en el estudio que la curvatura del modelo espacio-tiempo alrededor de un agujero negro podría impulsar el colapso de bosón. «El universo puede durar mucho tiempo, pero eventualmente, debería producirse un ‘boom'», agregó el físico Joseph Lykken, quien trabajó sobre el tema con el recién fallecido Stephen Hawking, en una reseña del New York Post.