Desde que llegó a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump se ha empecinado en deshacer lo de su predecesor, Barack Obama, en temas ambientales y sociales, en especial el Obamacare y los objetivos establecidos para combatir la contaminación y luchar contra el cambio climático.
Ahora le toca a la normativa medioambiental, la Casa Blanca anunció que los requerimientos para elevar la eficiencia de los automóviles y reducir las emisiones de CO2 (efecto invernadero) deben ser revisados.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos anunció que cambiará las normas para la eficiencia del combustible y las emisiones de los automóviles estadounidenses.
El anunció ya despertó la protesta de los estados de la unión que imponen normativas más estrictas con el fin de frenar las catastróficas consecuencias del cambio climático. La normativa en vigor establece que los coches deben lograr una autonomía de 50 millas por galón (21 kilómetros por litro).
El gobierno de Trump indicó que tratará de forzar a California y otros estados para adoptar los estándares reducidos de emisiones. California cuenta con una exención que le permite aplicar unos requerimientos de eficiencia más severos que en el resto del país. El fin de este tratamiento especial podría desembocar en una dura batalla legal entre Washington y Sacramento.
La reacción del gobierno regional no se hizo esperar y aseguran que tomarán acciones para seguir manteniendo una regulación más estricta porque poseen el mayor parque de automóviles del país.
Movimientos ambientalistas consideran que la decisión de la EPA desmantela unos objetivos que considera eran “razonables” y “apropiados”. También lamenta que se pongan los intereses de la industria por delante de los ciudadanos.