Hoy día la ciencia ha avanzado tanto que existen muchos métodos de protección efectivos para el hombre y la mujer. Hablar de sexo con tus familiares, amigos o conocidos parece algo de otro mundo, un tema que nadie es capaz de tocar y que muy pocos toleran.
¿Alguna vez tuviste una reacción incómoda con alguien que sí se atrevió hablar de sexo? Conversar sobre la sexualidad siempre fue considerado un tabú a través de los años para la sociedad, estos parámetros ha traído muy graves consecuencias pues conlleva a que los jóvenes no estén realmente informados de lo que deben o no hacer antes o después del acto sexual. Esto ha generado una alta tasa de embarazos no planificados y de mujeres jóvenes que, en la mayoría de los casos, dejan sus estudios para convertirse en madres “solteras” a una temprana edad.
La educación comienza en el hogar y aunque para muchos padres o representantes, es un tema muy delicado del cual no prefieren emitir ni un solo comentario, es tiempo de afrontarlo, encararlo e informar a esa población de jóvenes que no ha decidido tener una relación o quiere tenerla pero no sabe cómo cuidarse o usar los métodos anticonceptivos.
¿Qué deben hacer los padres?
Aunque los adolescentes pueden sentirse avergonzados o no seguir los consejos de los padres es necesario que se prepare para las posibles preguntas que pudieran surgir, su hijo debe entender que resulta incómodo mantener este tema con él, pero son quienes deben brindarle la información correcta al respecto.
También puede pedir ayuda a algún especialista, pues son los únicos que podrían informar de la mejor manera a su hijo sobre lo que debe hacer al iniciar una relación. Sea lo más sincero posible, no mienta, de esta forma ganará la confianza del adolescente.
El objetivo es que la familia tenga la conciencia de la educación relacionada a la actividad sexual y que tengan conocimientos previos para alertar a los más jóvenes de cuándo se están haciendo las cosas bien o cuándo no.