A un mes de haberse producido el asesinato de la activista feminista brasileña Marielle Franco, el atentado al líder comunitario Carlos Alexandre Pereira en la zona de Taguara, al oeste de Rio de Janeiro, la madrugada de este 9 de abril, suma un nuevo crimen político a esa nación. Ambos podrían estar vinculados con un expediente sobre un grupo parapolicial de la población carioca, según indicó la televisora brasilera Globo.
Sobre el crimen de Pereira, asistente del concejal Marcelo Siciliano, quien el pasado viernes declaró como testigo en las investigaciones respecto de la muerte de su colega de Cámara, Marielle Franco, y su conductor, Anderson Gómez, las autoridades señalaron que aún no hay confirmación sobre la motivación del asesinato.
Según relatos, sus asesinos habrían vociferado “apártate, que tenemos que callarle la boca a él”, segundos antes de quitarle la vida.
Sin embargo, se informó que una de las líneas de investigación tiene que ver con la participación de Alexandre con un grupo parapolicial al que, a su vez, estaría relacionado el concejal Marcelo Siciliano, integrante del Partido Humanista de la Solidaridad (PHS). Según datos aportados por asesores del parlamento divulgadas por el canal, Alexandre, como líder comunitario, actuaba junto a habitantes del oeste de Río de Janeiro para ayudarlos y enlazarlos con el parlamentario.
Horas después del hecho, Siciliano declaró sentirse consternado por la muerte de su colaborador y se puso a la orden de las autoridades.
El caso suma un nuevo folio al expediente sobre la muerte de la activista Marielle Franco. La concejala y su conductor fueron asesinados a tiros en el centro de la ciudad el pasado 14 de marzo por sicarios que dispararon al vehículo en el que se transportaban, justo un mes después de haberse decretado la intervención de la seguridad pública en Río por la ola de violencia que azota esta ciudad desde los Juegos Olímpicos de 2016 y cedido el control de la Seguridad Pública al Ejército.
Franco pertenecía al izquierdista Partido Socialismo y Libertad y fue una gran defensora de los derechos humanos, contra los abusos policiales en las favelas y contra la intervención militar en Río de Janeiro
Su muerte causó gran consternación nacional e internacional y convocó a expresiones de solidaridad de varios líderes mundiales.