El mandatario brasilero Luiz Innacio Lula Da Silva recibió este jueves su primera visita familiar en la sede de la Policía Federal de Curitiba, su sitio de reclusión, luego de una sentencia que lo involucra en hechos de corrupción que es atribuida por el líder brasileño a una jugada política para sacarlo del ruedo electoral.
Tras una polémica decisión de un tribunal que negó el miércoles un encuentro entre Lula y un grupo de políticos y amigos del ex mandatario, durante la mañana del jueves cuatro hijos y un nieto de Lula ingresaron a su celda mientras, en las afueras de la sede, movimientos sociales se mantienen apostados en reclamo de su libertad.
Los detenidos en la sede policial de Curitiba sólo pueden recibir visitas familiares los días miércoles; sin embargo las autoridades decidieron trasladar al jueves la cita por razones de seguridad, reportó Telesur.
La celda preparada por la Policía Federal para recibir a Lula es una sala simple, vacía, con una cama, mesa silla y acceso a baño”, informó en días pasados el comisario encargado de la custodia. La habitación era utilizada para alojar a policías de otros estados pero fue adaptada especialmente para recibir al ex mandatario.
Pese a cumplir la orden judicial y entregarse el sábado ante las autoridades, Lula aspira vencer el cerco judicial y participar en los comicios presidenciales de octubre, gracias a un amplio apoyo popular reflejado en la mayoría de las mediciones de opinión.
La visita estuvo acompañada del abogado defensor de Lula Da Silva, quien sigue favorito en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales previstas en octubre.