«La Guerra Fría ha vuelto«, dijo este viernes 13 de abril el secretario general de la ONU, António Guterres, al tiempo que denunció que la situación en Siria podría poner en riesgo la paz y la seguridad internacional.
Las declaraciones las llevó a cabo frente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante una reunión solicitada por Rusia para discutir las tensiones en torno a Siria, país que considera sumido en «caos» cuyas tensiones parecen ir en alza.
Su intervención ocurre casi en paralelo al momento en el que siete aviones estadounidenses de guerra submarina e inteligencia electrónica fueran interceptados en las costas occidentales de Siria, cerca del posible refugio del presidente sirio, Bashar Al Assad.
La agencia de noticias Ria Novosti, citada por el portal de noticias Hipan TV, afirma que los aviones espías Boeing P-8A Poseidon despegaron la tarde del jueves 12 de abril de la base aérea italiana de Sigonella, en Sicilia, y sobrevolaron la base aérea de Hmeimim, en la provincia costera de Latakia.
En un video obtenido por The Baghdad Post, Al Assad, abandona el palacio presidencial en Damasco para refugiarse en Hmeimim.
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