Sustancias incluidas en los listados de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas como «tiodiglicol y dietanolamina, necesarias para producir (gas) mostaza nitrogenada y azufrada» yacían en el sótano de un edificio residencial.
La pesquisa incluyó un balón de cloro, «similar al utilizado por milicianos para escenificar la falsa historia» que terminó por justificar el ataque arremetido a Siria por parte de Estados Unidos, Francia e Inglaterra la madrugada del sábado 14 de abril. «Se puede concluir que este laboratorio fue utilizado por los grupos armados ilegales para la producción de sustancias tóxicas», aseguró Rodiónov.
Ya el pasado viernes 13 de abril las unidades del Ejército Árabe de Siria habían dado en Aftris, Guta Oriental con una fábrica de materiales tóxicos y un taller para la elaboración de obuses.