En una nueva polémica se vio envuelto el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, luego de que en el litoral de la región de Antofagasta firmara una resolución en la que autorizaba a la empresa Espectáculos Mundo Mar Ltda. a capturar 92 lobos marinos entre uno y tres años de edad con “fines de exhibición pública en zoológicos, acuarios o centros de exhibición no itinerantes ubicados en territorio nacional o extranjero”.
Esta situación provocó la ira de varias agrupaciones y organizaciones ecologistas que calificaron la medida como un “enorme retroceso en las políticas de conservación de mamíferos marinos”.
El Director de Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, afirmó que “la discrecionalidad y poca transparencia de estos procesos donde aparecen involucrados funcionarios del Estado es una invitación a prácticas de corrupción y destrucción de nuestra vida marina”.
Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetácea, afirmó que “la entrega de este permiso de captura, sumado a diversos escándalos en los cuales se ha visto involucrado el subsecretario, como la intención de autorizar cuotas de pesca de investigación de atún en Isla de Pascua a una empresa japonesa, justifican su renuncia”.
El documento firmado por el nuevamente cuestionado Galilea señala que una vez capturados, los lobos marinos deberán ser transportados en jaulas individuales al interior de camiones cerrados o por vía aérea hasta el centro de mantención temporal, donde se les adaptará al cautiverio.
Según el documento, la empresa tiene un año para capturar a los animales y deberá entregar un informe de avance del proceso al Estado y uno final cuando caduque la autorización.
A través de un comunicado de prensa, la Subsecretaría de Pesca salió a justificar el documento firmado por su máximo representante, argumentando que la decisión está completamente ajustada a la ley y que responde, en parte, al esfuerzo por parte de la administración de pesca para conciliar los intereses del sector artesanal y la conservación del lobo marino.
Según Galilea, “hay 80 mil pescadores artesanales en todo Chile que reclaman que el lobo marino les provoca serios daños, por lo que esto ya se ha transformado en un problema social, y el permiso otorgado es una de las herramientas con que contamos para minimizar el impacto”.
“La captura de animales para exhibición es la práctica que permite que las poblaciones urbanas conozcan de cerca especies que de otra forma nunca podrían ver y de ninguna manera debe ser confundida con caza o matanza”, explicó el subsecretario.
Según datos aportados por la repartición, en Chile existe una población aproximada de 137 mil ejemplares de lobo marino, y las autorizaciones de captura evacuadas por el organismo representan 0,25% del total, por lo que no comprometen la conservación del recurso en Chile.
Respecto de un problema surgido el año pasado en Magallanes producto del mal manejo hecho por una empresa dueña de un permiso de captura para fines de exhibición, el Subsecretario indicó que Sernapesca intensificará las fiscalizaciones para evitar que ocurran este tipo de hechos nuevamente.