Las brujas de Oswaldo Vigas dejaron huellas ancestrales

El destacado artista plástico venezolano, ganador de innumerables reconocimientos, desarrolló en su obra diferentes técnicas desarrolladas con un profundo sentido crítico sobre su propio arte

Las brujas de Oswaldo Vigas dejaron huellas ancestrales

Autor: Tatiana Villegas

Para Oswaldo Vigas  la búsqueda de lo ancestral fue un eterno presente. De ahí la variedad y amplitud de su gusto: petroglifos, el arte prehispánico, el popular, el Maya, el Inca, el africano, el oriental y sus respectivas conjunciones con el arte moderno y contemporáneo.

Su vasta producción artística queda plasmada en pintura, dibujo, grabado, escultura, cerámica, murales de mosaico y tapices en los que predominan Las Brujas, curiosos personajes femeninos de rasgos indigenistas, cubistas y hasta barroquizantes.

Así se resume la obra de uno de los artistas contemporáneos más importantes de Venezuela, ganador de del Premio Arturo Michelena en tres oportunidades, además del Premio Rey Juan Carlos I de España por su destacado aporte al Arte Latinoamericano, quien sigue siendo recordado por cumplirse este domingo 22 de abril 4 años de su muerte.

Sus fuentes de inspiración fueron el amor por la conversación, la música, la lectura y la cocina. Entre estas actividades brotaban en su imaginación esbozos espontáneos que, en un futuro, se convirtieron en obras que serían sometidas a su mirar crítico.

“Mi ideal sería que ese trabajo espontáneo del boceto tenga ya las proporciones definitivas de los cuadros, para que no tuviera que intervenir lo racional que inevitablemente trata de imponerse y muchas veces traicionarnos”, escribió una vez el artista plástico.

Nacido en Valencia el 4 de agosto de 1926, el desaparecido autor quien murió a los 88 años de edad, también fue ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1952 y fue nombrado por la Universidad Nororiental Gran Mariscal de Ayacucho Doctor Honoris Causa.

Hijo de José de Jesús Vigas y Nieves Linares, descendiente del también artista venezolano Arturo Michelena, en 1953 se fue a París, comisionado por el reconocido arquitecto Carlos Raúl Villanueva, donde tomó un curso de Historia del Arte en la Sorbona.

De regreso a Venezuela, en 1957, expuso en la sala Mendoza su serie Objetos. Años más tarde, en 1972, realizó un conjunto de serigrafías en Estados Unidos, en 1983 guaches y gráficas relacionadas con la figura del Libertador, y en 1985 presentó sus primeras obras como escultor, hechas en bronce.

Médico de profesión, en 2005 sufrió un accidente cerebro vascular que limitó la capacidad motora de sus piernas mas no su destreza y vena artística.

En 2010 asistió al evento De Brujas a Curanderas, una exposición con reproducciones de sus obras más emblemáticas desde 1942 que engalana las caminerías del Parque Fernando Peñalver, en Valencia.

La obra del maestro Oswaldo Vigas será reunida en un ambicioso proyecto que actualmente prepara la fundación que lleva su nombre: un catálogo razonado que busca compilar toda su producción artística.


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