Sin estupor, pero tras bastidores, tres congresistas de Estados Unidos anunciaron este lunes que han presentado el proyecto Ley Nica, que frenará cualquier financiamiento de EEUU al Gobierno de Daniel Ortega hasta que se implementen reformas democráticas en el país centroamericano.
La congresista cubanoamericana de Florida Ileana Ros-Lehtinen hizo el anuncio en una conferencia de prensa en Miami junto con los representantes Carlos Curbelo y Mario Díaz-Balart, y el alcalde de la ciudad, Francis Suárez, en momentos en que las protestas continúan en Managua, reseñó El Nuevo Herald.
“Espero que el Senado pronto apruebe la Ley Nica, que establece que Estados Unidos no otorgará ninguna ayuda económica ni financiamiento a Nicaragua hasta que haya reformas democráticas, elecciones democráticas y se respeten los derechos humanos”, informó la legisladora republicana, según el medio de comunicación estadounidense que reseñó el diario El venezolano, uno de los periódico que defiende a los golpistas y la derecha más rancia de Venezuela que vive en Florida.
Los tres congresistas quieren ver «cambios democráticos en Nicaragua» y por eso presentó junto con Curbelo y Díaz-Balart el proyecto de ley “dos veces en la Cámara de Representantes en la que se propone no darle ningún tipo de ayuda a Nicaragua, hasta que tengamos reformas democráticas y que los derechos humanos sean respetados”.
Ros-Lehtinen considera que las manifestaciones en la nación centroamericana no están relacionadas con la reforma al sistema de pensiones propuesta por Ortega a la que el mandatario dio marcha atrás el domingo.
En un guión que se ha repetido en naciones como Venezuela, por sexto día consecutivo las manifestaciones sacuden la capital nicaragüense y han dejado al menos 27 muertos, centenares de heridos y saqueos que a su vez han ocasionado una estela de destrucción.
Curbelo dijo que están solicitando al Departamento de Estado, a la Casa Blanca, al Congreso y a los países aliados “que se mantengan en absoluta solidaridad con los nicaragüenses y contra la dictadura de Daniel Ortega”.
Para el legislador, no se puede vivir en un hemisferio donde se permite con “impunidad que se censure a la prensa” ni el “asesinato del pueblo en las calles”, por lo tanto seguirán presionando al régimen de Ortega económica y diplomáticamente.
“Seguiremos ayudando al noble pueblo de Nicaragua que ha sufrido tanto, que ha luchado tanto para llegar al momento de recuperar su soberanía y su democracia. Y se merece la solidaridad del Congreso de los Estados Unidos, del pueblo norteamericano y de esta administración”, dijo.
El alcalde de Miami, Francis Suárez, calificó lo que sucede en Nicaragua como “imperdonable” y dijo que respalda el proyecto de Ley Nica y el llamado que hacen los congresistas para apoyar a los nicaragüenses.
Tales pretensiones injerencistas de los congresistas estadounidenses pone en la palestra, la intervención directa de grupos estadounidenses en el contiene.