El Ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, reconoció este miércoles el enorme «sobrecosto» pagado por el Estado a las empresas que han construido viviendas sociales. En ese sentido, el personero explicó que “el valor habitual de la vivienda social son 900 o mil UF (27 millones de pesos) y hemos llegado en algunas situaciones a construir viviendas sociales por tres mil UF (81 millones de pesos), esto, porque la empresa quiebra o porque tiene que reiniciarse la obra”.
Entrevistado por radio Cooperativa, Monckeberg agregó que “hay mucha empresa que se ha sumado a construir y que lo ha hecho sin la experiencia requerida, por lo que los proyectos que se presentan son deficientes”.
Sin embargo, según consigna el periódico Resumen, las afirmaciones del Ministro «no cuestionan el modelo privado de gestión y construcción de viviendas sociales», que actualmente se encuentra bastante lejos de la dignidad exigida por las organizaciones de pobladores, las que además han denunciado que el Estado privilegia la entrega de los mejores sitios al capital inmobiliario y no para las viviendas sociales.
Por ejemplo, en la Región del Bío Bío -añade la nota de Resumen– viviendas sociales como las de Mirador del Pacífico, El Solar de Hualpén, Nuevo Amanecer de Talcahuano, Altos de Coronel, El Morro o Villa Bicentenario de Coronel, han tenido severos problemas de estructuras, filtrándose con las lluvias, sufriendo en general varias deficiencias por la mala calidad de los materiales utilizados en las construcciones.
En ese sentido, muchos de estos problemas luego son reparados con nuevos recursos estatales, por las mismas empresas constructoras que realizaron las labores deficientemente, motivo por el cual muchos vecinos han protestado frente a instituciones como Serviu y el Ministerio de Vivienda, las que no han buscado las responsabilidades de las empresas ni de los funcionarios a cargo de fiscalizarlas.
Fuente: Resumen