El Gobierno de Bolivia y los sindicatos anunciaron a última hora del miércoles un acuerdo de aumento salarial general del 5,5 por ciento, retroactivo a enero y superior a lo que pretendía el sector empresarial.
«El acuerdo y los avances logrados son muy importantes, ha sido una intensa reunión como no se tuvo antes», dijo el líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, en una declaración a la prensa en el Palacio de Gobierno, acompañado por el presidente Evo Morales.
El documento presentado a la prensa pocos minutos antes de la medianoche pasada dispone también un aumento del tres por ciento al salario mínimo nacional, para ubicarlo en 2.060 bolivianos mensuales (296 dólares), y abre la posibilidad de que a fin de año todos los asalariados del país reciban un doble aguinaldo.
En la negociación de más de cinco horas participaron Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera, varios ministros y una delegación de 15 dirigentes sindicales nacionales encabezada por Huarachi.
La intervención del presidente había sido exigida por la COB desde principios de semana, cuando parecía muy difícil conciliar posiciones en materia salarial, con los sindicatos pidiendo al menos 10 por ciento de aumento y el Ministerio de Economía inamovible en su propuesta de solo 3,5 por ciento.
Los empresarios habían advertido que un aumento mayor al tres por ciento conllevaría graves riesgos para la estabilidad económica y la generación de empleos.
«Saludo el esfuerzo y el compromiso de los dirigentes de la COB con los intereses de los trabajadores y con este proceso de cambio (pero) nuestra obligación como Estado no solamente es cuidar el sector laboral sino también la parte de inversión pública», dijo Morales.
Asimismo, agregó que no creía que las empresas privadas de gran tamaño tengan dificultades para cumplir el aumento salarial, aunque admitió que podría enfrentar protestas del sector de los micro y pequeños empresarios.
El aumento salarial, que compensa con creces la inflación de 2,71 por ciento del 2017, será confirmado mediante un decreto supremo que Morales firmará el 1 de mayo, Día del Trabajo, dijeron fuentes gubernamentales y sindicales.