La falta de de protección contra el acoso sexual en el lugar del trabajo está presente en 59 naciones del mundo, repartidos en 70% de los países de Oriente Medio y Norte de África, en la mitad de Asia oriental y el Pacífico y en un tercio de América Latina y el Caribe.
Esto afecta potencialmente a más de 500 millones de mujeres en todo el mundo. Una correlación sencilla indica que es más probable que las mujeres sean propietarias de empresas en los países donde existe protección contra el acoso sexual. Este tipo de correlación no implica causalidad, pero apunta a la posibilidad de impactos que vale la pena estudiar en una investigación más detallada, reseñó el informe 2018 del Banco Mundial.
Cada dos años, el Banco Mundial publica datos sobre estas y otras leyes que protegen a las mujeres de la violencia como parte de su serie de informes Mujer, Empresa y el Derecho. Tales temas forman parte del contenido en el informe 2018, en el que se especifican datos detallados sobre los países.
El acoso sexual también puede ocurrir en otras esferas, incluyendo en la educación, donde la falta de leyes adecuadas y la aplicación deficiente de estas cuando existen pueden tener consecuencias dramáticas para las niñas adolescentes. El informe especifica que en 65 % de las naciones no hay leyes que protejan a las mujeres y las niñas del acoso sexual en la educación.
Durante mucho tiempo las mujeres han sufrido este tipo de violencia que tiene consecuencias negativas en su voz y agencia, así como su capacidad de participar plenamente en la economía y la sociedad. Existen numerosas pruebas del costo que representa el acoso sexual para las empresas, ya sea en acuerdos legales, pérdidas de tiempo de trabajo y pérdidas comerciales. Pero el acoso sexual también tiene efectos negativos en las oportunidades económicas de las mujeres.
Por ejemplo, si no hay recursos disponibles para protegerlas, en lugar de denunciar el problema, las mujeres que enfrentan acoso sexual en su trabajo a menudo dicen que no tienen más salida que renunciar. Esto puede significar tener que volver a empezar, y perder aumentos salariales, oportunidades de crecimiento profesional y potencial de generar ingresos.
Estudios indican que el acoso sexual afecta negativamente el éxito y la satisfacción profesional de las mujeres. Sin embargo, muchos países aún no ofrecen a las mujeres una protección legal adecuada contra esta forma generalizada de desigualdad de género.