Desconozco la raíz exacta de la palabra pulpería. Con esta palabra crecí en mi boca, puesto que en Tocopilla, a la tienda de abastecimiento de la empresa, le llamaban:Pulpería; lo que literalmente era un supermercado. Esta tienda, que contenía secciones de panadería, carnicería, tienda de géneros, ropa y calzados, verdulería y abarrotes en general, pertenecía a la misma empresa donde laboraban nuestros padres. Me refiero a la Chilex Exploration Company, perteneciente a la Anaconda, dueños, también del Mineral de Chuquicamata, en aquél entonces.
En dicha pulpería, sus operarios pertenecían a la misma empresa, y solamente podían comprar en ella, los que laboraban en la compañía. Había exclusividad.
Un amigo, me explicó que el término pulpería, provenía de “pulpo”, teminología con que en Tocopilla se denomina al comerciante avaro, como forma de decirle que tiene “muchos tentáculos” de donde ‘agarrar lo que venga’. Es forma de referirse a la ambición desmedida, falta de ética. Me convence la explicación de mi amigo, pues tiene mucho sentido. También Borges usa en sus relatos gauchescos, el término “pulpería”. No googlearé el término. Me quedo con la etimología dictada por la observación de mi amigo, porque es aceptable, aunque no sea la verdadera raíz, pero es una muy buena aproximación o una segunda etimología.
Ahora bien, lo central de la pulperías de las compañías mineras y salitreras del norte, es que gran parte del salario era retornado a la empresa, a través de gastarlo en la provisión de bienes domésticos. Si bien es cierto estas pulpería no eran unidades de negocios propiamente tal, sin duda, operaban con el criterio costo/beneficio, es decir, debía ser un unidad rentable dentro de la empresa.
En el Chile de hoy, con pretensiones de “post-modernistas”, la movilidad social es casi nula. Los distintos estratos económicos tienden a reproducirse manteniendo el tamaño poblacional de cada sector, lo cual perpetúa la desigualdad de riqueza actualmente existente,y que resulta obscena. Chile, desde ya su par de décadas, está dominado por una docena de familias o grupos económicos, que son dueños de gran parte (por no decir todo) de las riquezas del país, así como de la banca, el sector inmobiliario, transporte, salud y del sistema educacional a través de los colegios privados, como de universidades; desde donde mantienen cierto control ideológico.
Entonces, los estratos económicos AB, al ser en tamaño un porcentaje pequeño de la población, no alcanzan, ellos, a ser el sostén de toda la economía nacional. Son las grandes masas de consumidores, empleados en sus diversas empresas, los que soportan la economía al concurrir diariamente a sus mercados a retornarles el dinero percibido como salarios.
Desde el punto de vista de la economía, no estoy diciendo nada nuevo. Cualquiera con conocimientos básicos de economía de liceo, sabe, que el dinero percibido en forma de renta y salarios, retorna a las empresas a través del gasto de las economías domésticas, donde contablemente el gasto es igual al consumo, que a su vez es igual a la producción. Esto sucede en cualquier economía, hasta en la entre Robinson Crusoe y Viernes.
Lo aberrante, es cuando la propiedad de un país, está en manos de un grupo reducido e identificable, porque sí convierten al mercado y al país en UNA GRAN PULPERÍA, y que como ya dije, resulta obsceno en los comienzos del siglo XXI.
Por Boris Tomislav Hiche
Licenciado en Matemáticas Puras, Poeta
[Texto de origen externo, publicado en El Ciudadano por…]