La vida de Yoel Finol, elegido abanderado de Venezuela para los Juegos Suramericanos de Cochabamba, Bolivia, ha estado marcada por el boxeo y el drama familiar.
Nacido en la localidad de El Vigía (21-10-1996), un pueblo ubicado en los andes merideños de Venezuela, Finol creció entre dificultades económicas, y con la ilusión de imitar la carrera del deportista más famoso de la ciudad: Edwin “El Inca” Valero.
Cuando Finol tenía apenas diez años, Valero era ya un temible pegador que había conquistado el título pluma de la Asociación Mundial de Boxeo, con una hilera de 21 nocauts en fila, incluyendo la pelea con el panameño Vicente Mosquera al que fulminó por la vía del sueño para coronarse en Panamá.
Desde entonces, Finol abandonó el atletismo y se colgó los guantes de boxeo para seguir los pasos de quien también era su tío, pues Valero se había casado con Jennifer Carolina Viera Finol, hermana materna de Yoel Finol.
Mientras Valero seguía sumando triunfos y conquistaba el fajín mundial del peso ligero de la AMB, Finol se coronaba campeón nacional juvenil.
Pero en 2010 llegó la tragedia a la familia. Valero fue víctimas de los excesos y sus propios demonios. Se había convertido en adicto a las sustancias sicotrópicas y en 2010, en un hotel en Valencia, Carabobo, acabó de forma violenta con la vida de su esposa, y horas después se suicidó en el calabozo donde permanecía detenido.
La desgracia familiar, sin embargo, no apartó del camino a Finol. Se unió a la selección nacional adulta y recibió el apoyo del ex viceministro del Deporte y hoy Alcalde del Municipio Vargas, José Alejandro Terán, quien lo adoptó como un hijo y lo llevó a vivir a Caracas.
Lejos de El Vigía, donde un par de primos también habían fallecieron víctimas en hechos violentos, Finol se concentró exclusivamente en el ring. Conquistó la medalla de oro en el campeonato preolímpico mundial de Vargas 2016 y clasificó a los Juegos Olímpicos de Río.
En la Ciudad Maravillosa llegó su consagración internacional. Alcanzó la presea de bronce en el peso mosca, para convertirse en el sexto pugilista venezolano que han obtenido preseas en Juegos Olímpicos; una lista que encabeza Francisco “Morochito” Rodríguez, primer medallista dorado del país en la cita de México 1968.
En los Juegos Suramericanos de Cochabamba, Yoel Finol encabezará la delegación con su 1,68 de estatura y su garra para combatir los rivales más temibles y pasar con los rápidos movimientos de cintura los dramas que han marcado su destino.