Un total de 12 323 indígenas de nahuas, tzotziles, mixes, rarámuris (o tarahumaras), purépechas y tepehuanes (u ódami) se han desplazado de sus localidades rurales ubicadas en los estados de Chiapas, Chihuahua y Guerrero de México por ser víctimas de la ola de violencia entre ellas, ataques armados de narcotraficantes, enfrentamientos entre las bandas criminales y fuerzas armadas, así como la disputas de territorio entre delincuentes, además de los asesinatos a defensores de la comunidad, entre otros.
Según las cifras publicadas en el informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), los grupos más afectados fueron 5 mil 890 tzotziles y 3 mil 640 nahuas.
En el texto también se explica que las modalidades de violencia que han generado el desplazamiento interno en la nación azteca obedece al temor que estas poblaciones tienen por el uso de armas de fuego en un 76% y el 60 por ciento ha recibido amenazas e intimidación.
Mientras que un 56% de los indígenas fue víctima de ataques en sus casas, cultivos o negocios, sin embargo, el 8% de los nativos también fueron objeto de detenciones arbitrarias por parte de las autoridades.
«Destruyeron nuestros negocios, hogares, secuestraron sobrinos y asesinaron a mis hermanos, tuvimos que huir para conservar nuestras vidas«, declaró una de las miles de personas que tuvieron que abandonar sus hogares a causa en la violencia en el país.
Testimonios como estos se repiten a diario coincidiendo con las tristes historias de miles de personas que se desplazan en el territorio mexicano en búsqueda de refugio a causa de la violencia.
En el informe además se reseñan cifras alarmantes, por ejemplo entre 2006 -2017 sean movilizado dentro del país 329 mil 917 personas; durante estos años el expresidente Felipe Calderón Hinojosa inició supuestamente la guerra contra el narcotraficante y ha sido continuada por el actual mandatario Enrique Peña Nieto.
Así mismo, en el estudio más reciente de la organización de defensora de los Derechos Humanos conocido como “Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México. Informe 2017” recopila las historias de miles de personas que dejaron sus hogares como única opción ante la ola de violencia que se vive en el país.
Los nativos han preferido dejar sus hogares, sus territorios con años de historias y actualmente estas localidades parecen pueblos fantasmas.
La organización también precisó que en el 2017 se registraron 25 episodios de desplazamiento interno forzado masivo, afectando a 20 mil 390 personas; y los problemas a causa del narcotráfico se registraron en nueve estados, 27 municipios y 79 localidades.
Destacan que entre las entidades con alto índice de las bandas criminales de secuestro, narcotráfico, asesinato, entre otros se desarrollan abiertamente en los estados de Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Chiapas y Oaxaca.
No obstante, la entidad con mayor número de personas desplazadas es Chiapas, con 6 mil 090, lo que corresponde aproximadamente al 29.87 por ciento del total de la población desplazada el año pasado. Luego le sigue Guerrero con 5 mil 948 personas que decidieron de manera forzosa abandonar sus hogares.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), es una organización que defiende, promociona, investiga y lucha por la defensa integral los derechos de la ciudadanía.