Los científicos finalmente han descubierto cómo se produce naturalmente un químico que combate el cáncer y que se ha usado para tratar a los pacientes por más de 60 años.
El compuesto vinblastina es un derivado de la vincapervinca de Madagascar (Catharanthus roseus) y uno de los medicamentos más seguros y efectivos utilizados para evitar que las células se dividan, tratando una amplia gama de cánceres, desde el linfoma de Hodgkin hasta el cáncer de pulmón y el de cerebro. Pero hasta ahora, los investigadores no han terminado de entender cómo se produce una droga tan importante en esta planta.
Ahora, un trabajo publicado en la revista Science parece dar pistas importantes.
El compuesto fue aislado originalmente en 1958, pero obtenerlo de la propia planta es increíblemente ineficiente y costoso. Se necesita alrededor de 500 kilogramos de hojas secas para hacer un solo gramo de vinblastina. Por eso es que muchos investigadores han intentado sintetizar el medicamento en laboratorio.
Durante los últimos 15 años, un equipo de científicos del Centro John Innes, Reino Unido, ha estado trabajando para descubrir cuáles son los genes de la planta que producen las enzimas necesarias para formar la vinblastina. El trabajo dio frutos: recientemente han descubierto la última pieza del rompecabezas.
«La vinblastina es uno de los productos naturales con propiedades medicinales más complejos estructuralmente, razón por la cual tantas personas han tratado de llegar a donde hemos llegado», explica la profesora Sarah O’Connor, directora del laboratorio que se abocó a desentrañar el mecanismo.
Su resultado final se basa en el trabajo de múltiples investigadores de otras instituciones del mundo y revela la compleja vía natural por la cual se produce el compuesto. Desde el precursor químico primario hasta la vinblastina activa, los investigadores han contado 31 pasos.
Ahora, los autores esperan poder usar este conocimiento para intentar sintetizar la vinblastina o bien uno de sus dos precursores, llamados vindoline y catharanthine. El objetivo final es tratar de aumentar la producción de la droga en un plazo aproximado de dieciocho meses.
«Con esta información, ahora podemos tratar de aumentar la cantidad de vinblastina producida en la planta o colocar genes sintéticos en huéspedes tales como la levadura u [otras] plantas», dice la profesora O’Connor.
Fuente: IFLScience