Los niños participaron en la jornada conservacionista
Los individuos puestos en libertad tenían un año de vida, con un tamaño adecuado, características que los ayudaran a sobrevivir en su hábitat natural y dentro de la población reproductora para que dentro de 25 años regresen y desoven en las playas del Orinoco.
Entre tanto, Gladiana Rodriguez, directora de la Unidad Territorial de Ecosocialismo y Aguas (Utea) Apure, manifestó sentirse orgullosa por el trabajo colectivo que se realiza para brindar el apoyo necesario para la incorporación de estos ejemplares a su hábitat natural.
Con los niños
Durante la jornada, Manuel Sánchez, habitante de la comunidad Boca de Cinaruco, expresó que existe integración entre los habitantes, docentes y estudiantes y personal que trabaja en el refugio ya que se crea sentido de pertenencia entre los involucrados con esta especie autóctona de la región.
«Los niños conocen la importancia de la tortuga arrau, saben por qué deben protegerlas y para ellos son sus amiguitas, vienen a la actividad de playa cuando están naciendo, conocen el proceso de la reproducción, participan en las liberaciones, eso hace que tengan más amor por las tortugas», enfatizó Sánchez.
En la jornada conservacionista asistieron niños y niñas pertenecientes a las comunidades Santa María del Orinoco, Boca del Cinaruco, Villacoa y Los Palomos.
La tortuga arrau habita en la cuenca del Amazonas
La tortuga arrau
Se trata de una especie que aún en el contexto de los esfuerzos que se realizan para su preservación se encuentra en «peligro crítico». También es conocida como tortuga del Orinoco, o en las lenguas indígenas como wärara, totori o buoreré.
Es el quelonio fluvial de caparazón duro más grande del mundo. Presenta un dimorfismo sexual marcado, siendo los machos de menor tamaño que las hembra. Una hembra adulta puede llegar a pesar 50 kg y su caparazón medir 107 cm de longitud, éste es de color café oscuro o negro, aplanado y ensanchado, y su peto varía entre oscuro y crema amarillo. Es una especie netamente acuática; solo las hembras abandonan los cursos de agua para anidar en bancos de arena y playas que se forman durante la temporada de sequía
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