En medio del repudio internacional Estados Unidos inauguró oficialmente su embajada en Jerusalén, este lunes 14 de mayo. La ceremonia incluyó un video del presidente estadounidense, Donald Trump, en el que decía que sigue comprometido en alcanzar la paz duradera en Medio Oriente, aunque el discurso no sea cónsono con sus actos.
El acto contó con la participación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su esposa, Sara. Sin embargo, casi un tercio de los embajadores acreditados en Israel, incluidos los embajadores de Rusia, la Unión Europea, Egipto y México, se ausentaron, informó la corresponsal del diario ruso Kommersant en Jerusalén, Marianna Bélenkaia.Previo a la ceremonia violentos enfrentamientos se llevaron a cabo la Franja de Gaza, cobrándose la vida de al menos 52 palestinos, según reporta el diario Haaretz, incluidos 5 menores, además resultaron heridas 2.410 personas con impactos de bala con punta de goma e inhalación de gases lacrimógenos. Culpables de la masacre, soldados israelíes, asesinaron a tiros a un médico árabe que intentaba rescatar a los heridos entre ellos 74 menores, 23 mujeres y 8 periodistas que se encuentran en estado crítico.
Durante la jornada unos 35.000 manifestantes se congregaron en la valla fronteriza y miles más a menos de un kilómetro de Jabalia, según las Fuerzas de Defensa de Israel.
Sin la menor preocupación por lo que ocurría en la frontera, se desarrolló la inauguración y traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, en la que estuvieron presentes la hija de Trump, Ivanka, y su yerno, Jared Kushner, ambos en su papel de asesores de la Casa Blanca.
En reacción a lo ocurrido en la Franja de Gaza, el presidente palestino, Mahmud Abás, declaró 3 días de luto. Asimismo, Nabil Abu Rdeineh, portavoz del presidente, dijo que la apertura de la citada embajada crearía incitación e inestabilidad en la región.«Con este paso, la Administración de EE.UU. ha cancelado su papel en el proceso de paz y ha insultado al mundo, al pueblo palestino y a la nación árabe e islámica».
En la misma línea, el portavoz del Gobierno turco, Bekir Bozdag, consideró la acción como una «terrible masacre». A este se sumó Jean-Yves Le Drian, ministro de Exteriores de Francia, quien ha instado a las autoridades israelíes a que actúen con moderación, al tiempo que recordó que el traslado incumplía la ley internacional.
«Francia llama a todos los actores a mostrar su responsabilidad para evitar una nueva escalada y pide nuevamente a las autoridades israelíes que ejerzan el discernimiento y la moderación en el uso de la fuerza que debe ser rigurosamente proporcionada».
Egipto, la primera nación árabe en firmar un tratado de paz con Israel en 1979, denunció la decisión desde el ministerio de Asuntos Exteriores calificándola como una violación de las resoluciones internacionales sobre el estado de la ciudad, cuyo impacto «extremadamente negativo» juega en contra de la paz que debería alcanzarse entre Israel y Palestina.
China y Rusia no se han quedado atrás y coinciden en que la decisión de Trump cambiará formalmente una política de décadas en la que el estatus de Jerusalén dependería de la solución de dos estados para terminar con el conflicto entre israelíes y palestinos.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, por su parte, Javad Zarif, calificó el traslado de «actitud peligrosa«.
Zarif ofreció unas declaraciones sobre el tema antes de reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov en la capital rusa de Moscú, informó la agencia de noticias Sputnik. «Vemos actitudes muy peligrosas de este régimen en relación con Jerusalén. Desgraciadamente actúan en contradicción con las leyes y reglas internacionales y el gobierno de EEUU convirtió esto ya en una costumbre».
El Gobierno británico, por su parte, reiteró su desacuerdo con la decisión del presidente Trump, y recalcó que mantendrán la suya en Tel Aviv.
Desde que comenzaron las protestas por la Gran Marcha del Retorno se han registrado más de 13.000 heridos y, según los últimos datos, 101 palestinos han muerto en Gaza en las últimas seis semanas.